Futbolistas en rebeldía

ejos de esperar con ilusión el debut en Primera división, Osasuna vivía en un permanente estado de conflicto, según recogía la prensa local el 1 de agosto. Todo pintaba mal: las obras en el campo de San Juan se demoraban más de la cuenta, las negociaciones para fichar no cuajaban, la clausura del recinto ponía en entredicho la participación en la Copa Vasca y, para enredarlo todo, algunos de los más destacados futbolistas que lograron el ascenso mantenían fuertes discrepancias con el club sobre sus remuneraciones y habían sido declarados en rebeldía. Los señalados eran VergaraCatachúBienzobasIlundáin Ruiz