- El presidente del Barcelona, Joan Laporta ya ha reconocido que esta temporada definitivamente se acaba un ciclo deportivo en el primer equipo de fútbol, aunque en realidad ese ciclo ya se enterró con el 8-2 de Lisboa de hace un año. Ante el Levante, donde el Barça dilapidó todas su opciones de ganar LaLiga, participaron de hecho 7 jugadores que fueron titulares en aquel infausto partido contra el Bayer de Múnich en la Liga de Campeones.

Los largos contratos que en su día firmaron algunos de estos futbolistas y sus elevadísimas fichas hará aún más complicado acometer la necesaria renovación en el vestuario. Y el presidente ya asume que a algunos miembros de la plantilla se les tendrá que dar la carta de libertad y que el club no ingresará ni un euro en muchos casos.

Sin músculo económico para competir en el mercado e invertir en fichajes contrastados, la idea es construir un nuevo equipo sobre la base de los Araujo, Mingueza, Dest, De Jong, Pedri, Ilaix, Riqui Puig, Ansu Fati y compañía y algún futbolista más que pueda subir del filial como Nico, Jandro, Konrad o Collado.

Por otro lado, uno de los principales retos del presidente es convencer a Messi para que lidere el nuevo proyecto. A su favor tiene su buena sintonía con el astro argentino y su entorno, pero también es consciente de que con eso no basta.

Messi necesita que el Barcelona vuelva a construir un proyecto ganador y, sin dinero en la caja, este no va a poder ser todo lo ambicioso que el mejor futbolista del planeta se merece. Por otro lado está lo referente a Koeman. El mensaje de apoyo al actual entrenador se ha ido diluyendo con el paso de las semanas y, tras las recientes declaraciones del presidente, parece ahora que el técnico holandés está más fuera que dentro. Solo la falta de un recambio claro y de liquidez para indemnizar a Koeman por la resolución de su contrato, podrían mantenerle una temporada más en el banquillo azulgrana.