- Solventados los octavos de final más duros bajo este formato con 24 equipos, con nada menos que cuatro prórrogas y una tanda de penaltis, mañana comenzarán los cuartos, la última escala para llegar a Wembley, donde se resolverá la Eurocopa 2020 con las semifinales y la final. Los octavos han incrementado el tono atractivo de esta Eurocopa y han dejado fuera del cartel a los dos grandes favoritos, Francia, actual campeona mundial, y Portugal, defensora del título, así como a Alemania, tres veces campeona, con lo que los supervivientes del denominado grupo de la muerte han caido a las primeras de cambio. También han quedado apeados Croacia, vigente subcampeona mundial, y Países Bajos, que tras la primera fase parecía haber presentado su candidatura a llegar a Londres.

El Bélgica-Italia, que se jugará el viernes en el Allianz Arena de Múnich surge como el choque estelar de estos cuartos de final. El número uno de la clasificación mundial y que partía en el ramillete de aspirantes, y una renacida Italia que no obstante sufrió un tanto para desembarazarse de Austria.

El estado físico de Kevin de Bruyne y Eden Hazard, que se tuvieron que retirar lesionados en los octavos, es todo un quebradero de cabeza para el español Roberto Martínez, técnico de los diablos rojos. El mediocampista del Manchester City es factor diferencial y el madridista parecía que estaba encontrando por fin el tono. Roberto Mancini, en cambio, puede celebrar el retorno del veterano central Giorgio Chiellini para frenar junto a Leonardo Bonucci al gran peligro belga, Romelu Lukaku, en un partido que pone a prueba la buena racha de resultados de Italia.

Los cuartos, no obstante, comenzarán en San Petersburgo, donde España, pletórica en ataque tras haber logrado diez goles en los dos últimos partidos, se enfrentará a Suiza, también reforzada tras su clasificación histórica después de derribar su muro de octavos. La goleada ante Eslovaquia (5-0) en Sevilla y la resiliencia ante Croacia, a la que liquidó por 5-3 en la prórroga después de desperdiciar en los minutos finales dos tantos de ventaja (3-1), ha levantado de nuevo expectativas ante las posibilidades del equipo de Luis Enrique.

En frente tendrá a un conjunto suizo al que conoce muy bien por sus últimos enfrentamientos que dio la auténtica campanada al superar a la actual campeona mundial tras ir perdiendo por 3-1, en su caso en la tanda de penaltis. Suiza lleva años demostrando ser un muy buen conjunto pero le faltaba el refrendo de dar el salto. Los de Vladimir Petkovic lo dieron en Budapest y ahora quieren seguir haciendo historia. En San Petersburgo lo tendrán que hacer, no obstante, sin su capitán y referente, Xhaka, sancionado.

Inglaterra, que parte como el gran aspirante de la parte amable del cuadro del torneo, se llevó el clásico ante Alemania con goles de Raheem Sterling, su mejor jugador en esta Eurocopa, y de Harry Kane, que acabó con su sequía. Ahora el conjunto de Gareth Southgate tendrá que deshacerse de Ucrania, otra de las selecciones que, de la mano de todo un estandarte como Andrei Shevchenko, está haciendo historia en esta Eurocopa, en su primer partido lejos de Wembley, en el Olímpico de Roma.

Los ucranianos, que tuvieron que esperar hasta el último minuto de la fase de grupos para pasar como el cuarto mejor tercero, supieron creer en sí mismos frente a Suecia y, beneficiados por la expulsión en la prórroga de Marcus Danielson por una dura entrada sobre Artem Besedin, acabaron, también in extremis, por firmar su pase con un testarazo de Artem Dovbyk.

El ganador de este encuentro se enfrentará al vencedor del partido entre Dinamarca y República Checa, otra de las grandes sorpresas del torneo. Superado el shock del desvanecimiento en el primer partido de Christian Eriksen, la dinamita roja ha ido de menos a más y ha confirmado todas las buenas sensaciones con las que se presentaba en la Eurocopa.

Es un equipo firme atrás y atractivo y dinámico en la faceta ofensiva que, sin embargo, se encontrará con un muy bien armado y organizado conjunto como el checo, como demostró contra Países Bajos. Además, Jaroslav Silhavy podría recuperar a su capitán, Vladimir Darida.

Dinamarca quiere emular a la sorprendente generación campeona europea en 1992 y República Checa tiene como referencia más cercana el equipo que disputó la final de Wembley en 1996 contra Alemania, perdida con un gol de oro de Olivier Bierhoff.