El Izarra, después de superar el miércoles en penaltis al Costa Brava en los dieciseisavos de final de la Copa RFEF se centra el la competición liguera, su máxima prioridad, y ya pone el foco en el Laredo, su próximo reto.

El conjunto de Rodrigo Fernández de Barrera llega a la cita sin apenas haber podido preparar el encuentro. El técnico, lejos de poner excusas, se ha centrado en descansar, porque "estas semanas son más de descansar que de entrenar, después de la paliza que supuso el viaje del miércoles, y trataremos de que el equipo llegue lo más descansado posible al jugar entre semana" y teniendo en cuenta que la competición no ha hecho más que arrancar.

A pesar de la posición del conjunto cántabro, decimocuarto clasificado antes de comenzar la jornada, el preparador no se fía del rival y apunta que "nos estamos enfrentando a equipos que tienen menos puntos de los que merecen. Tanto el Naxara, como el Tropezón y ahora el Laredo, un equipo potente que ya estaba el año pasado en Segunda División B, que jugó por el ascenso a la Primera RFEF y lo que hemos visto es que es potente. Perdió la pasada jornada contra la Mutilvera en el descuento, pero tuvo sus opciones. En su campo compite bien y para mí es un equipo muy completo y va a ser un partido muy complicado".

Sobre cómo llega el equipo a la cita, Rodrigo Fernández de Barrena desvela que "dejamos a gente en casa por trabajo o descanso. Hay gente que hizo 120 minutos, pero la idea era de preparar una semana de tres partidos, refrescar al equipo y con esa idea vamos. Ya no solo es acabar el domingo, porque luego tenemos otro partido el miércoles, pero priorizamos la liga que es lo que nos da de comer. Creo que no vamos a llegar en un estado de fatiga bestial al partido".

Para el partido, el entrenador del Izarra no puede contar con Hinojosa, que continúa recuperándose de una lesión de ligamento cruzado, y tiene la duda de Yoldi, que se retiró por precaución en el descanso del partido ante el Costa Brava.