- "Estoy animado, me encuentro bien", responde en la mínima conversación al término de la velada, antes de ponerse a firmar libros y atender al que le requiere. Juan Carlos Unzué (Orkoien, 1967) sigue cumplimentando las exigencias de su agenda y ayer le tocó Pamplona para presentar su libro -en colaboración con los periodistas Ramón Besa, ayer ausente, Marcos López y Luis Martín-, Una vida plena, un recorrido biográfico en el que hay momentos muy felices, también muy complicados, como su diagnóstico de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) y muy valientes, como su nuevo reto. Desde que dio a conocer públicamente que estaba enfermo, en junio de 2020, Unzué se planteó varios combates, entre ellos el de visibilizar la enfermedad, hacer conocer las aristas de su problemática y, con este libro, recaudar fondos para la investigación de la ELA, contra ella. Y aunque el mensaje es el mismo y se mantiene en la esencia, en el núcleo del que fluye su tesón, Unzué es capaz de trasmitir vitalidad, convicción y emoción. Le sale muy natural porque lo ha hecho toda su vida.

"No quiero que a la gente le pase lo que me pasó a mí con esta enfermedad. Recibir la palabra ELA como algo desconocido. Sino que estemos más informados", indicó Juan Carlos Unzué en un momento de la presentación de ayer en El Corte Inglés de Pamplona, en una sala que se quedó pequeña pese a que se controló el acceso a ella. "Hay una estadística que dice que el 95% de las personas que padecen ELA no pueden afrontar la enfermedad por falta de ayudas. Estamos ante una enfermedad clasista, no tiene ayudas y requiere mucho gasto, porque necesitas cuidadores, adaptar la casa si puedes", enfatizó en otra de sus intervenciones. "Como sociedad, no solo con la ELA sino con cualquier enfermedad, no debemos dejar que nadie se deje ir porque sea una carga económica", continuó Unzué con su análisis. "Hay mucha gente alrededor de la ELA que está trabajando y ayuda y se solidariza, y así salen actividades como campenatos de pádel, golf y otros eventos. Está previsto un partido benéfico entre el Barcelona y el Manchester City, se iba a jugar el 24 de agosto, pero con las restricciones solo se iban a poder vender el 20% de las localidades y es una pena perder una oportunidad de éstas para conseguir recursos".

Pero junto al estímulo y calor de las iniciativas sociales, Unzué detecta que otros no están a la altura. "Los políticos, en general, tienen que cambiar. Los medios nos están haciendo mucho caso, no creo que no nos hayan escuchado, también pienso que nos van a hacer caso", afirma. "Pero no pueden tardar mucho, porque esta es una enfermedad voraz. Hacen falta ayudas para los enfermos, pero también hay que invertir en la investigación".

La portada del libro presidía desde un córner la sala. Y el libro tiene miga porque a las andanzas del chaval de Orkoien que ayudaba en el negocio familiar de piensos, los comienzos futbolísticos del portero al que le encantaba el atletismo y brilló en el cross, a las experiencias de vida con su pareja y su familia, al paso al fútbol profesional -con testimonios valiosos y entrañables de Arconada, Pedro Mari Zabalza, Pedro Arozarena, el meta Esteban, Mochi (director deportivo del Sevilla), Luis Enrique, Guardiola, Begiristain, Víctor Valdés-, le sigue y entremezcla el relato de la aparición de la enfermedad, de sus primeras señales, y el inicio de un nuevo camino. Ahí es donde se tratan asuntos difíciles de hablar, incluso de pensar o imaginar, que Juan Carlos Unzué dirimió ayer también con una naturalidad, buen talante y positividad aleccionadoras. "Hasta el día de hoy he tenido una vida plena, lo he sentido así", glosó el título. "Estoy viviendo momentos inolvidables y lo siento así. La gente me trata con cariño y respeto, quizás lo sentían, pero ahora me lo han hecho llegar. Un abrazo, un gesto, valen mucho".

"La vida merece la pena incluso cuando las cosas se están derrumbando", sentencia también el libro. Unzué en estado puro. Como ayer.

El libro. 'Juan Carlos Unzué. Una vida plena'. Autores: Ramón Besa, Marcos López, Luis Martín. Editorial: GeoPlaneta.

El objetivo. Los ingresos que genere el libro irán destinados a la Fundación Luzón, para la investigación de la ELA.

El acto. En la presentación estuvieron familiares directos del protagonista, amigos de Orkoien, además de exjugadores y compañeros como Patxi Puñal, Mateo, Iñaki Ibáñez, Pedro Arozarena o el preparador físico Juan Iribarren.

"No pueden tardar las medidas. Esta es una enfermedad voraz. También es clasista, requiere ayudas", dijo el protagonista.