Dar la vuelta al mundo literal y futbolísticamente hablando, es lo que está haciendo el argentino Felipe Burset (Buenos Aires, 1999) persiguiendo un sueño: ser jugador de fútbol. A sus todavía 22 años, su viaje, que comenzó en Buenos Aires, ha llegado a Ripagaina después de pasar por Bélgica, Madrid y Castilla la Mancha. El centrocampista, que puede desempeñar las funciones de interior y mediapunta, ya ha tenido minutos con su nuevo equipo.

Apenas lleva escasas semanas en su nuevo equipo, pero Felipe Burset se muestra "muy contento, me han recibido de 10 todos, tanto los compañeros, los misters y la directiva. Así que contento".

Este centrocampista se describe como un jugador "con mucha pasión, siempre trato de ir a cada balón como si fuera el último, y luego me gusta divertirme con el balón, asociarme con mis compañeros. Tratar de disfrutar el fútbol que es lo que me hace disfrutar a mí" y como una persona "pasional, trabajadora, que siempre me lo inculcaron en mi familia. Y muy alegre".

El bonaerense comenzó dando sus primeros pasos en el fútbol "desde muy chiquitito, que me dieron un balón y empecé a jugar. En Argentina, que hay mucha pasión por el fútbol, jugaba con mis amigos. Se vive con mucha pasión el deporte, teniendo los hinchas alentando a cualquier equipo y es muy típico. Empecé jugando en el baby fútbol, que es como el futsal con otras reglas. Jugué en Arquitectura hasta los 12 años. Después estuve en Platense, que ahora está en Primera División, en categorías inferiores hasta los 17 años. Y me vine para España en el Canillas, el Alcalá, San Fernando y Pantoja, este último de Castilla la Mancha. Antes hice con 14 años una prueba en el Rayo Vallecano. Me veían bien pero muy flaquito. Se me metió en la cabeza que quería venir, mi familia también y se juntó todo. Y ahora aquí estoy".

Sin embargo, el Burladés no fue su primera parada en Pamplona. "La temporada pasada estuve en el San Fernando y Pantoja de Madrid. Esta temporada salgo y voy a un Segunda B de Bélgica, que no firmé, pese a estar desde julio hasta el 4 de noviembre, jugando amistosos, pero por tema de papeles y temas personales no fiché. Me sale una oportunidad para venir acá, que habían visto mis vídeos, y tenía unas opciones aquí en Pamplona y decidí aventurarme. Primero estuve en el San Juan hasta hace tres semanas, por una persona que se puso en contacto conmigo y con la gente del San Juan".

Felipe Burset no ha ido viajando solo. Su familia, de alguna forma u otra, le ha ido acompañando. Similar a su ídolo Leo Messi -de quien dice orgulloso ser, junto con Diego Armando Maradona, el mejor de la historia-, su familia le ha acompañado en su aventura futbolística. "Primero se vino mi padre, y seis meses después se sumaron mi hermano y mi madre", comenta bromeando con la situación del rosarino. "Aunque ojalá llegue como él", continúa entre risas.

El argentino cuenta que mantiene relación con sus amigos de Buenos Aires. "Se sorprendieron porque fue de un día para otro, ya tenían la idea de que me iba a venir. Se olían algo, fue terminar de decirles. Al principio se hace complicado hablar con ellos por la diferencia horaria, tenemos mucho contacto y nos vemos cuando voy a Argentina, dos veces al año más o menos. Es una relación que no se va a romper", relata. Uno de ellos, por el contrario, "que jugaba en Platense conmigo, en Italia, que se ha ido sólo en cuarta división italiana. Ayuda mucho tener a la familia, que siempre es un apoyo".

El jugador asegura que no ha encontrado mucho cambio en el fútbol con el que se juega en Madrid, pero sí con el que se practica en Argentina. "Vine en juveniles. Estuve seis meses parado porque era menor y la FIFA no me dejaba jugar. Sí que tienes que estar muy atento, porque el fútbol es más rápido. Allí es un poco más lento, más fuerte. Y aquí noto que también es muy fuerte. Hay pocos espacios, es más vertical, y en cada balón tienes que ir con todo", señala.

Esa misma adaptación la vivió también con el estilo de vida a un lado y al otro del charco. "El cambio que noté fue de Argentina a Madrid. En Argentina, en los ámbitos en los que me muevo, tenía una hora mínimo. En Madrid, 40 minutos y ya estás fuera. Aquí no se me ha hecho complicado el cambio", apunta.

No todo es fútbol en la vida de Felipe Burset. Compagina el juego del balompié con trabajar "con mi padre, como asistente de producción de fotografía".

Aunque lleva poco tiempo en Pamplona, tanto el jugador del Burladés como su familia han tenido la oportunidad de recorrer sus calles. Una de las cosas que más le han llamado la atención, reconoce, ha sido "el Casco Antiguo, es muy bonito. Hace mucho frío pero estoy muy contento. La gente es increíble", aunque no puede ocultar que echa de menos su vida en Argentina, "sobre todo a la familia y los amigos. Te acabas acostumbrando, pero se les echa de menos".

A pesar de pelear por su sueño, Felipe es consciente de que no todo el mundo llega a cumplirlo. "Al final, sí, sabes eso. Me enfoco en hacer lo que me gusta, me divierto, y seguiré jugando mientras me guste", comenta, al tiempo que desvela que no descarta volver a Argentina. "A día de hoy no entra en mis planes, pero no lo descarto tampoco".

Por último, y mirando al final de temporada, Felipe Burset va a tratar de "jugar lo máximo posible, ayudar al equipo y disfrutar lo que me toque". O lo que es lo mismo, gambetear y bailar tango en el Burladés.