madrid - La escudería Mercedes vuelve a plantarse como favorita en el Gran Premio de Francia, octava cita del Mundial de Fórmula 1 a la que Lewis Hamilton llega enrachado, mientras que Sebastian Vettel (Ferrari) intentará olvidar el polémico resultado de Montreal y Carlos Sainz (McLaren), volver a los puntos.

El desenlace del Gran Premio de Canadá, donde una polémica sanción de cinco segundos dejó sin victoria a Vettel y confirmó el tercer triunfo seguido de Hamilton, provoca que el alemán llegue al circuito Paul Ricard de Le Castellet a la espera de la revisión pedida por la escudería italiana.

De momento, aquel inesperado final en territorio canadiense sirvió de paso para que Mercedes extendiese su dictadura a un total de nueve victorias consecutivas, contando las dos últimas del año pasado. Las ‘flechas plateadas’ están a un triunfo de igualar su mejor racha, que data de 2016, y siguen aspirando al récord absoluto, las 11 que McLaren encadenó en 1998 por medio de Ayrton Senna y Alain Prost. Para ello, deberán adaptarse a las largas rectas que presenta el circuito francés, similares a las de Montreal y que, en teoría, favorecen más a los coches de Ferrari, que acumulan ya diez meses y 15 carreras sin subir a lo más alto del podio.

La opción de la Scuderia pasa por reaccionar en las cuatro pruebas que se disputarán antes del parón veraniego ya que Vettel (100 puntos), ya ha perdido bastante terreno respecto a Hamilton (162) y un Valtteri Bottas (133) que va perdiendo fuerza tras su gran arranque de temporada. Carlos Sainz (18) se mantiene séptimo. - E.P.