ATLÉTICO VALLADOLID Lamariano (C. Pérez, ps), Méndez (1), Patrianova (4), A. Martínez (4), M. Martínez (2), Camino (2), García (4), Rosell, Roki (4p), Casares, Ramos (2), Fischer (1), D. Pérez (3).

HELVETIA ANAITASUNA Bar (Cancio, ps), Gastón (4,1p), Eduardo Fernández, Meoki (2), Héctor González, Chocarro (6,1p), Bonanno (1), Del Arco (4), Bazán (3), Pereira (8,4p), Ander Izquierdo (1), Adrián Ortiz, Etxeberria (1), Aitor García.

Marcador cada 5 minutos 3-3, 4-7, 5-11, 6-12, 8-15, 10-18; 13-22, 16-23, 20-25, 21-27, 23-29 y 27-30.

Árbitros Arcos Adeva (Madrid) y Luque Fradejas (Cataluña). Dos minutos al local Manu García y a los visitantes Héctor González (2), Bonanno (2), Aitor García, Meoki y Ortiz.

Pabellón Huerta del Rey. Unos 1.000 aficionados.

- El Helvetia Anaitasuna logró su segunda victoria consecutiva al imponerse, con mucha solvencia -más de la esperada-, ante un Recoletas Atlético Valladolid fuera de lugar, que perdió sus señas de identidad, sobre todo en la primera mitad, y que se ahogó ante la fuerza e intensidad defensiva de los navarros.

El encuentro comenzó con un ritmo intenso, que mantuvo el marcador equilibrado en los primeros compases, pero la organizada defensa visitante se le fue atragantando al cuadro vallisoletano, permitiendo además contraataques, en los que Chocarro se convirtió en protagonista, con 4 goles en apenas 8 minutos.

El técnico local, David Pisonero, que regresaba al banquillo tras cumplir dos partidos de sanción, tuvo que pedir tiempo muerto para frenar las pérdidas de balón de su equipo y reorganizar la defensa, pero no lograba encontrar fortaleza en esa faceta y el conjunto navarro aprovechó para ir añadiendo goles a su casillero.

Tan perdido se le veía al Valladolid que Pisonero tuvo que volver a solicitar un receso en el minuto 17, ante el coladero en el que se había convertido la zaga azulona y la poca efectividad que mostraba también el equipo vallisoletano en ataque, que se tradujo en un preocupante parcial de 5-12.

La agresiva defensa de Anaitasuna impedía cualquier intento de los locales por recortar las diferencias. Pero lo cierto es que mostraban falta de concentración y escasa capacidad de reacción ante un rival que no perdió ninguna de las cesiones concedidas por los vallisoletanos y que llegó al descanso con una cómoda renta (10-18).

El Valladolid salió con otra actitud en la reanudación y, en diez minutos, marcó 7 goles y además desplegó una defensa 5/1 que empezó a frenar las acometidas visitantes. Así del 11-21 se pasó a un 19-24, que evidenciaba la mejoría de los gladiadores azules.

El Helvetia Anaitasuna temió una remontada similar a la que sufrió en la segunda jornada ante el Cuenca (al que iba ganando por 8 goles en la segunda parte y acabó perdiendo), pero hizo lo necesario para evitarlo, centrándose en defensa y manteniendo el ritmo anotador merced sobre todo a Pereira.