Maritxu Urtasun se ha tenido que estrenar como presidenta de la Federación Navarra de Rugby en plena pandemia. Ocupa el cargo desde el 1 de septiembre de 2020. Un año difícil en el que las fichas de los clubes bajaron por las restricciones, pero afirma que se va "recuperando poco a poco la línea de crecimiento que se vio truncada por la pandemia".

Sigue pegada a los terrenos de juego ya que este año ha vuelto a hacerse ficha con La Única B, el segundo equipo femenino . Al ver el rugby desde los despachos se ha dado cuenta del "trabajazo que hay detrás de los clubes".

Se han retomado las actividades de promoción en los colegios, clave para el futuro de los clubes. En la federación han acogido "con reserva" el anuncio de las reformas de los campos y la creación de un nuevo terreno de juego, pero lo valoran "muy positivamente". Así ha sido su primer año al frente del rugby en Navarra.

¿Cuál ha sido el impacto de la pandemia?

-A los clubes que estaban más justos de efectivos les ha puesto las cosas más difíciles. El parón, dejar de entrenar y competir ha hecho que pierdan jugadores. Los clubes más grandes no han notado tanto en el número de fichas, pero sí les ha afectado la pérdida de patrocinadores. Esas dos cosas, pérdida de fichas y patrocinios.

¿Cómo ve el rugby navarro?

-Estamos recuperándonos. Retomando las actividades de antes de la pandemia, sobre todo en cuanto a promoción del rugby. A ver si seguimos en la línea de crecimiento que se ha visto truncada por la pandemia.

¿Cuáles son esas actividades?

-Se hace promoción en centros escolares, que el año pasado no se pudo. También hay jornadas de puertas abiertas en los clubes. Y en los Juegos Deportivos de Navarra, que la temporada pasada solo se pudieron hacer dos jornadas, este año se harán cinco, una en cada club. Será como una fiesta del rugby en esa localidad que sirve también para promocionar.

¿Y el rugby femenino? La Única ha sacado un segundo equipo y el Iruña está sumando gente.

-Se está trabajando especialmente en la promoción del rugby femenino. Intentamos que a los centros escolares vayan jugadoras para que haya referentes y se animen a aprobar. Está dando resultados.

Además están Saioa Jaurena y Maika Brust con la selección española. Son buenas referentes.

-Así es. Además, a nivel de federación, el año pasado sacamos selección femenino sub-18 y se va a continuar. Queremos promocionar y trabajar en las categorías inferiores.

¿Cuántas fichas hay este año?

-En 2019 estábamos en torno a mil. El año pasado caímos un 30% y esta temporada hemos recuperado, pero no hemos llegado a la cifra prepandemia.

"Tenemos un déficit de instalaciones más que reconocido y eso limita el crecimiento de los clubes a nivel deportivo y de fichas"

¿Ha cambiado su visión del rugby al pasar de jugadora a presidenta de la federación?

-Sí ha cambiado. Sobre todo te das cuenta del trabajazo que hay detrás de los clubes. Para que puedas jugar un partido de rugby, trabaja mucha gente. También hay cosas que se pueden marcar diferencias introduciendo cambios poco a poco.

¿Qué le ha sorprendido?

-Me he dado cuenta de la importancia de tener unos objetivos muy claros para que todas las acciones, por pequeñas que sean, vayan encaminadas hacia esos objetivos. Somos una federación pequeña y no podemos hacer grandes cosas, pero si tienes claro el objetivo, vas sumando poco a poco y te vas acercando.

¿Qué balance hace del primer año?

-Ha sido un año más de aprendizaje y de toma de contacto. De cómo funciona la federación y la relación con federaciones y clubes. Creo que ha sido un año positivo. Gracias a que se ha quedado en la Junta gente que ya estaba anteriormente, la federación rueda y he aprendido mogollón.

No ha sido un año fácil para estrenarse en el cargo.

-No, pero como ha habido parón de competiciones, he podido hacer cosas que de otra manera habría hecho de manera más atropellada. El poder parar nos ha permitido plantear unos objetivos y líneas estratégicas. Ha habido más reflexión.

¿Qué objetivos se marca para lo que queda de legislatura?

-Intentar recuperar la actividad y el número de fichas que teníamos antes de la pandemia. Continuar con la promoción del rugby en categorías inferiores y el femenino. También el tema de las instalaciones. Tenemos un déficit más que reconocido. El Instituto Navarro del Deporte lo sabe. Parece que se van a poner manos a la obra, pero tampoco tenemos todavía cosas concretas. Esperemos que se solucione. Ahora mismo el campo de la UPNA tiene la homologación hasta agosto de 2022. Necesitamos una solución antes de esa fecha.

"Siendo presidenta me he dado cuenta del trabajazo que hay detrás de los clubes para que se juegue un partido de rugby"

¿Cómo valora la medida que ha anunciado el Gobierno de Navarra de reformar el campo de la UPNA y el de Tudela y la construcción de un nuevo campo en Pamplona?

-Muy positivamente. Son demandas que teníamos desde hace muchísimo tiempo. Lo primero es arreglar el campo de la UPNA. La acogida ha sido buena, pero con reservas para ver si realmente lo que se va a hacer nos soluciona el tema de las instalaciones.

El nuevo campo en Pamplona, ¿cómo repercutirá?

-Muy positivamente. Las instalaciones limitan el crecimiento de los clubes. Tanto a nivel de fichas como a nivel deportivo. Si quieres jugar en División de Honor, necesitas un campo homologado.

¿Navarra podría tener más clubes?

-Hay margen porque hay zonas como la Sakana, Sangüesa o Tierra Estella. No es un tema prioritario. Antes hay que afianzar los que hay porque quitando los de Pamplona, los otros tres tienen dificultades para mantenerse.

¿Cree que Navarra debería tener equipos universitarios?

-Pienso que es una buena vía de trabajo. Es una edad en la que la gente está abierta a probar cosas nuevas, practicar deporte.

¿Es importante que Navarra tenga un equipo en División de Honor B como estuvo La Única en la temporada pasada?

-Sí porque da mucha visibilidad al rugby. Que el nivel de un equipo navarro crezca, hace que el rugby navarro crezca. Es muy positivo, sean los chicos o las chicas.

¿Qué es para usted el rugby?

Es como mi familia. Es una cosa que me apasiona