El esloveno Luka Doncic dirigió este domingo la demoledora victoria de los Dallas Mavericks en el séptimo y decisivo partido de las semifinales del Oeste contra los Phoenix Suns (123-90), con 35 puntos y diez rebotes, para clasificar a su equipo para las finales de Conferencia, contra los Golden State Warriors.

Doncic llevaba 27 puntos al descanso y alcanzó los 35 puntos en tan solo treinta minutos en la pista, apoyado por los 30 de Spencer Dinwiddie, en una noche en la que los Mavericks dominaron técnicamente, tácticamente y mentalmente a los Suns, el mejor equipo del año en la temporada regular con un balance de 64-18.

Hacía veinte años que dos compañeros no anotaban más de treinta puntos en un séptimo partido de 'playoffs' y Doncic y Dinwiddie emularon a dos leyendas como Kobe Bryant y Shaquille O'Neal, que lo consiguieron con Los Ángeles Lakers en 2002.

Una vez más, en el momento decisivo fue cuando Doncic lució su mejor versión. Acabó con un doce de 19 en tiros y seis triples, sin necesitar disputar los últimos minutos, con el encuentro ya ampliamente sentenciado.

Los Mavs conectaron 19 triples en 39 intentos, rozando el 50 %, y volverán a jugar unas finales de Conferencia once años después de la última vez, en 2011, cuando fueron campeones.

Los Suns acabaron su temporada de la forma más amarga, con once puntos de Devin Booker (3 de 14) y diez de Chris Paul (4 de 8), con solo cuatro asistencias.DONCIC, INTRATABLE

Y es que los Mavericks salieron a morder desde el primer momento y no dieron ninguna opción a los Suns, liderados por un Doncic que llegó al descanso con 27 puntos, los mismos que todo el equipo de Phoenix.

El esloveno, exjugador del Real Madrid, tuvo un nueve de doce en tiros, con cuatro triples, dos de ellos de forma consecutiva para cerrar el segundo parcial con treinta puntos de ventaja (57-27).

Doncic y Dinwiddie sumaron 48 de los 57 puntos de los Mavs (27 y 21, respectivamente), contra unos Suns que tuvieron un 24 % en tiros (10 de 41) y en los que Booker y Paul tan solo sumaban tres puntos en total (2 y 1, respectivamente).

BOOKER Y PAUL, DESAPARECIDOS

Booker llegó al ecuador del choque con un cero de siete y Paul, con cero de cuatro. Es la primera vez en 154 partidos disputados juntos que tuvieron números ta negativos.

Ninguno de los dos acertó en tiros de campo y solo anotaron desde la línea de libres. Su fracaso fue el termómetro del equipo de Monty Williams, completamente superado a nivel técnico y menta por los texanos.

Y si la primera mitad fue demoledora, el tercer período vio a los Mavs seguir pisando el acelerador y hurgando en la herida de unos Suns irreconocibles.

Brunson selló el triple del 62-27, Powell metió el mate del 72-32 y Bullock incrementó el margen hasta los 41 puntos con el triple del 75-34. Los texanos rozaban el 50 % desde el perímetro y los Suns seguían sin encontrar forma de marcar.

Hubo que esperar más de cinco minutos en el tercer período para que Paul quitara el cero de su acierto en tiros, mientras que Doncic seguía luciéndose con penetraciones y triples para llegar a 35 puntos y diez rebotes.

Dinwiddie incrementó el margen hasta el 92-50 con el que los dos equipos llegaron al último período, cuando muchos aficionados del Footprint Center ya iban dejando el estadio.

El margen tocó un máximo de 46 puntos, antes de que los Suns lo recortaran en el tramo final, ya sin trascendencia.

Los últimos minutos fueron un funeral para los Suns, con Paul y Booker sentados en el banquillo reflexionando, y una fiesta para los Mavericks, en los que Doncic pudo seguir a sus compañeros gestionando energías y con los deberes hechos.

El equipo de Jason Kidd, que acabó con varios suplentes en la pista, arrancará las finales del Oeste el próximo miércoles contra los Golden State Warriors.

Los Celtics presentan candidatura

Con una lluvia récord de triples (22), los Boston Celtics se impusieron por 109-81 en el séptimo partido contra los Milwaukee Bucks, vigentes campeones de la NBA, y se clasificaron para las finales de la Conferencia Este, en la que se medirán con los Miami Heat.

Empujados por los siete triples de Grant Williams (27 puntos), los cinco de Jayson Tatum (23) y los cuatro de Payton Pritchard (14), los Celtics tumbaron a unos Bucks que apenas anotaron cuatro tiros de tres puntos y que entregaron el cetro de campeones conquistado el año pasado.

El equipo de Ime Udoka remontó un 2-3 adverso y se enfrentará a los Heat, que eliminaron a los Philadelphia 76ers, con el primer partido fijado para este martes.

Tatum, el líder del trascendental triunfo logrado en el sexto partido de Milwaukee, anotó 23 puntos, con seis rebotes y ocho asistencias, pero el gran protagonista fue Grant Williams, con la mejor actuación de su carrera. Selló siete triples de 18 y también logró seis rebotes y dos taponazos.

El griego Giannis Antetokounmpo no pudo evitar la debacle de sus Bucks, pese a aportar 25 puntos, 20 rebotes y nueve asistencias.

El TD Garden de Boston volvió a vivir un partido histórico, en una de las series más tensas e igualadas de los últimos años, y los aficionados locales empujaron con todo a los hombres de Ime Udoka.

El único momento de respetuoso silencio se vivió en los prolegómenos del partido, cuando la NBA pidió un minuto de silencio para honrar a las diez víctimas del tiroteo del sábado en Buffalo (Nueva York).

GIANNIS SE QUEDA SOLO

En ese ambiente, con una mezcla de entusiasmo, tensión y electricidad, los Bucks intentaron marcar territorio con un arranque potente al ritmo de Giannis, que marcó o asistió en los trece primeros puntos de su equipo y llegó al descanso participando en 33 de los 43 puntos de los suyos.

El 'Greak Freak' llevaba ya diez puntos, siete rebotes y seis asistencias cuando subió el 24-14 al marcador, frente a unos Celtics que comenzaron sin acierto, con un uno de ocho en tiros, pese a construir buenas jugadas ofensivas.

El equipo de Ime Udoka, sin embargo, adquirió mentalidad y confianza. Mantuvo fe en su juego y poco a poco recogió el premio, guiado por los 17 puntos de Jayson Tatum en dos cuartos.

Pasaron de un cinco de 26 a un seis de seis para remontar y colocarse por delante 32-30 con un mate de Al Horford y siguieron pisando el acelerador con Tatum y Smart hasta conseguir cinco puntos de renta al ecuador del choque (48-43).

El propio Smart puso su firma en ese margen con una monumental jugada en los últimos segundos del segundo cuarto. Robó el balón a Giannis e intentó de forma inmediata un tiro desde el centro del campo, lo que provocó una falta del griego y tres tiros libres que ampliaron la ventaja y la confianza de los Celtics.

FESTIVAL DE TRIPLES DE LOS CELTICS

Si el segundo período acabó mal para los Bucks, el tercero comenzó aún peor. Grant Williams, Tatum, que lucía un cinco de cinco desde el perímetro, y Brown, a pase del propio Tatum, conectaron tres triples seguidos para incrementar el margen hasta el 59-47 y forzar el tiempo muerto de unos Bucks que fallaron doce tiros de tres puntos consecutivos.

Pese a que Tatum tuviera problemas de faltas, al cometer la cuarta por un golpe a Pat Connaughton a mediados del tercer cuarto, los Celtics siguieron contundentes desde los tres puntos y Grant Williams, con tres triples, mantuvo con una sólida ventaja a los suyos (76-60).

El triple fue el azote de los Bucks, que fallaron trece veces seguidas antes de romper su racha negativa y solo conectaron cuatro de 25 con diez minutos por jugar, frente a unos Celtics que sellaron 17 de 41 para escaparse hasta el 87-68.

Cada uno de ellos aumentaba la confianza del equipo de Ime Udoka, que acabó su partido dedicándose casi completamente a lanzar tiros de tres puntos.

Con los Bucks ya descolgados y asumiendo la derrota, Pritchard y Smart sellaron dos triples para el 97-75 que convirtió los últimos minutos en una formalidad.

La sustitución de Giannis con 2.03 por jugar se quedó como el símbolo del revés de los Bucks, en un TD Garden en el que se desató la fiesta por alcanzar las finales de Conferencia.

Un premio para el equipo de Ime Udoka, que llegó a mediados de febrero con menos de 50 % de victorias en la temporada regular y que acabó el año con un balance de 28-7, hasta arrancar un camino magnífico en estos 'playoffs' que tendrá a los Heat como próximo obstáculo.