uharte Arakil - Iban Murua y Ainhoa Sanz se impusieron en la undécima edición del kilometro vertical de Uharte Arakil-Beriain. En total, 226 participantes tomaron la salida en esta ocasión, de los cuales 198 fueron capaces de culminar el reto de ascender al monte Beriáin en apenas 5000 metros de distancia con el desnivel propio de la prueba.

Murua consiguió el triunfo por segundo año consecutivo. En esta ocasión, el guipuzcoano marcó un tiempo de 42 minutos y 7 segundos para volver a alzarse con la txapela en la carrera uhartearra.

La prueba volvió a estar marca por el fuerte ritmo impuesto de salida. Murua, vigente campeón y máximo favorito a la victoria, controló a sus rivales en los primeros compases de la carrera. En la zona de Autzasoroburu, donde el desnivel aún no es excesivo, el corredor de Elgoibar dejó hacer a sus rivales. Fue en la parte más dura del recorrido, en la segunda mitad de la carrera, donde Murua se destacó de sus rivales para hacerse con la victoria. El campeón distanció en más de un minuto al segundo corredor en línea de meta, Alain Santamaría.

El primer navarro en la prueba fue Mikel Beunza, que firmó un notable tercer puesto e igualó así su mejor registro en la competición, obtenido en la edición de 2013.

Sanz Rompe el crono En la prueba femenina, Ainhoa Sanz se impuso en la ermita de San Donato. La corredora de Urretxu rebajó en más de un minuto la mejor marca en la historia de la carrera con un tiempo de 47 minutos y 54 segundos. En su debut en uno de los kilómetros verticales más importantes del circuito, la guipuzcoana obtuvo una renta de más de cuatro minutos sobre Andrea Garay, segunda clasificada en la cima. Además, Sanz fue duodécima entre los hombres, registro al que ninguna mujer se había acercado en las once ediciones de la prueba. Irene Segura, quinta en meta, fue la mejor navarra.

Organización sobresaliente Juanjo Goikoetxea, uno de los responsables de la gestión del evento, resaltó la “satisfacción de los corredores tras tomar parte de la carrera”. Goikoetxea admitió el “temor” por un día excesivamente lluvioso, elemento que hubiese condicionado el devenir de la carrera y el disfrute de los participantes. La organización quiso transmitir el pesar por los corredores que han tenido que quedarse fuera de la competición. “Había un límite de participantes en 226, es una pena por quienes no han podido venir a competir”, finalizó.