Bilbao - Xabier Ibargarai es un pelotari acostumbrado a viajar por el camino complicado. Su juego es el sufrimiento, aguantar y aguantar hasta que llega la recompensa. Trabajo arduo que muchas veces puede hacer dudar, más cuando se le habían escapado tres oportunidades de tocar el cielo en el mano a mano. Pero en su cuarta final del Campeonato del Mundo Individual, Ibargarai recibió su premio. Besó la cancha rebosante de emoción y se caló una txapela muy perseguida. Lo hizo a su estilo. Esteban Gaubeka tuvo varias ocasiones de romper el choque, pero el etxarrendarra siempre estuvo ahí. Consciente de que algún día sería el sonreído por la fortuna. Así, en un quinto joko agónico y tras un partido brillante por parte de los dos finalistas, Ibargarai triunfó en el Bizkaia.

En la pala los centímetros marcan diferencias. Un desvío mínimo puede significar la gloria o el fracaso. En ese juego al límite del alambre se encontró muy bien Gaubeka en el inicio del partido y pudo contrarrestar el mayor dominio de Ibargarai. El guardaespaldas de Etxarren fue siempre más en el peloteo. Tuvo un cuadro más, lo que le permitió buscar con más facilidad el rebote. Sin embargo, cuando el riesgo fue mayor, el error le encontró demasiado. El ejemplo perfecto fue el tanto final. Después de remontar y poner contra las cuerdas al delantero de Armintza, con 9-8 en el marcador, cometió una falta de saque que dibujó el joko colorado.

Menos historia tuvo el segundo joko. Ibargarai, todavía con la frescura de los primeros pelotazos en los brazos, sacó a pasear su poderío. Fue más en cada pelotazo, dominó y tuvo contra las cuerdas a Gaubeka. Marcó el tiempo de cada jugada y se llevó el parcial con un resultado de 6-10.

Fue en el siguiente juego donde comenzaron los intercambios de golpes y los pequeños detalles empezaron a marcar diferencias. Jugadas polémicas, tantos llenos de épica, cansancio como gasolina para los errores? el partido empezó a coger tintes épicos. Cada uno utilizó sus armas. Gaubeka tiró de su gen competitivo y su talento con el dos paredes para encarrilar el parcial, pero a base de sufrimiento Ibargarai nunca perdió la cara. Se llegó así al 9-9 y ahí, la muñeca le tembló a Ibargarai que mandó la pelota al colchón superior.

Tuvo su oportunidad Gaubeka en el cuarto. Tocó la txapela con la yema de los dedos. 5-1 en el marcador e Ibargarai desesperado. Pero el vizcaíno no hizo sangre, perdonó la vida a su rival y el etxarrendarra no desaprovechó su vida extra. Igualó el partido hasta el 9-9 a base de una buena defensa y en el tanto decisivo realizó un saque de diez para llevarse el joko. Y en la pala el que perdona tiene muchas opciones de pagarlo. En el último parcial la dureza del partido hizo mella. Gaubeka, exhausto, quiso sobrevivir a base de talento e Ibargarai con la cercanía de la txapela vio encoger su brazo. Dos exhibiciones y solo un premio. Al final, fue el poderío físico del zaguero de Etxarren lo que decantó la balanza para ganar por 8-10.

homenaje a brefel Tras la disputa de la final se homenajeó a Sylvain Brefel. El zaguero dijo adiós ayer a la pala profesional y lo hizo “con una sonrisa en la boca y ninguna espina clavada”. El galo se va como uno de los mejores zagueros de los últimos años.

Gaubeka1061098

Ibargarai81091010

Duración: 1 hora y 38 minutos de juego.

Saques: 4 de Ibargarai.

Faltas de saque: 1 de Gaubeka y 1 de Ibargarai.

Pelotazos: 510 pelotazos en juego.

Tantos en juego: 23 de Gaubeka y 25 de Ibargarai.

Errores: 15 de Gaubeka y 17 de Ibargarai.

Marcador: 10-8, 6-10, 10-9, 9-10 y 8-10.

Incidencias: Final del Campeonato del Mundo Individual disputada en el frontón Bizkaia de Bilbao. 550 espectadores.