La despedida de Oinatz Bengoetxea en el Labrit ha dejado recuerdos imborrables para el de Leitza. Su último partido como profesional acompañado por Mariezkurrena y ante la pareja formada por Jaka-Aranguren ha resultado en un "partido bonito" y que el protagonista disfrutó, por lo que estaba "satisfecho".

"Sabía que la gente me quería, yo igual, les quiero a todos. Estoy muy agradecido a los aficionados a la pelota", señaló un calmado Bengoetxea, que pese a las emociones que envolvieron al festival, intentó mantenerse entero. "Me he emocionado, pero he aguantado un poco. Todos los momentos han sido muy bonitos, muchos amigos y sentir el cariño de la gente nos gusta a todos", comentó.

Con un Labrit entregado, el de Leitza dio espectáculo en lo deportivo y se dejó querer en el homenaje que le ofrecieron compañeros, familia y amigos. "Siempre he sentido el calor de la gente y lo de hoy ha sido una bomba. Una fiesta enorme. Despedirme en el Labrit con este ambientazo es algo inmejorable", explicó Bengoetxea.

Una despedida a la altura de su legado. Por delante, todavía le quedan partidos, pero lejos del profesionalismo, includo un viaje a México. "Claro que lo voy a echar de menos. Son grandes momentos y, cuando se van, se echan de menos". No obstante, estará cerca de sus compañeros, viendo los encuentros de otra manera. "Apareceré de otra forma, después de comer, para ver la pelota y animando con pasión".