Con la llegada del otoño y la vuelta a las rutinas tras las vacaciones y el regreso al cole viene también el cambio de hora. Así deberemos retrasar nuestros relojes o dispositivos (en ordenadores y teléfonos el cambio es automático) reloj una hora, lo que nos traerá amaneceres más tempranos y la puesta de sol llegará horas antes que en los meses de verano.

El nuevo cambio de hora será en la madrugada que va del sábado 29 al domingo 30 de octubre de 2022. Tendrá lugar a las 03.00 horas y será entonces cuando habrá que atrasar el reloj a las 02.00 (hora peninsular), haciendo que ese día tenga 25 horas en vez de 24.

Este cambio de hora corresponde a los meses más fríos en nuestro país y se produce con la intención de ajustar la jornada laboral a las horas de luz diarias. Esto no solo ocurre en España, sino que también lo hacen otros países de la Unión Europea que tienen establecido este sistema.

Con el cambio de hora llega también la polémica. Ya hay partidos, como Compromís, que han pedido en las instituciones la supresión de esta cambio horario dos veces al año. Es un debate abierto y la polémica está servida con argumentos económicos y de salud tanto a favor como en contra.

Pese a que han aumentado las posturas en contra de esta medida, el cambio de hora en España estaría garantizado al menos hasta el 2026, a juzgar por las fechas señaladas en el Boletín Oficial del Estado (BOE) que ya ha publicado el calendario de los cambios de verano y de invierno hasta dicha fecha.

Europa se lo piensa

No todos los países cambian la hora, y de hecho ahora Estados Unidos también dejará de hacerlo debido a una ley que ha aprobado de forma reciente el Senado.

El cambio de hora llegó a España en 1940, cuando el dictador Francisco Franco decidió adelantar 60 minutos el horario español. Hasta ese momento los españoles habían vivido con el horario del meridiano de Greenwich (GMT+0), el de Reino Unido y Portugal.

En 2018, la Comisión Europea puso sobre la mesa la posibilidad de suprimir los cambios de horario y quedarse con una única hora durante todo el año, pero aún no se ha acordado una decisión consensuada entre los miembros de la UE.

Son muchos los expertos que ponen en duda los pretendidos ahorros energéticos que actualmente pueden suponer estos dos cambios al año y destacan la repercusión negativa, aunque no dañina, en la salud y la vida cotidiana de los ciudadanos.

En España también hay abierto un debate sobre la conveniencia o no de del cambio, aunque es una decisión que se tiene que armonizar con el resto de países de la UE. Todavía no hay una fecha concreta para tomar una decisión aunque el Consejo de Europa lo ha discutido en numerosas ocasiones. De hecho, antes de la pandemia las intenciones eran terminar con los cambios horarios, aunque no se llegó a ningún punto y el debate sigue vivo.

La Comisión Europea maneja una encuesta que señala que el 84% de la ciudadanía europea está a favor de terminar con el cambio de hora.

Sin embargo en la Unión Europea la falta de consenso entre los Estados no ha permitido tomar una decisión, a pesar de que Bruselas cuestiona su utilidad y plantea su eliminación.