Madrid. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) deberá aportar 550 millones de euros para que CajaSur, intervenida por el Banco de España, recupere sus requisitos de solvencia y liquidez, después de que la entidad controlada por la Iglesia Católica rechazara su fusión con Unicaja.

La truncada operación hubiera dado lugar a la sexta Caja de Ahorros por volumen de activos y culminado la fusión "a tres" entre Unicaja, Caja Jaén, y CajaSur, después de que las dos primeras acordaran ya su unión, el pasado 13 de agosto de 2009.

Pero la madrugada del viernes al sábado, y después del rechazo de CajaSur a la fusión con Unicaja, el Banco de España decidió intervenir y sustituir a los responsables de la entidad cordobesa, a su presidente y sacerdote, Santiago Gómez Sierra, y a todos sus consejeros, entre los que figuraban otros cinco religiosos.

A principios de año, y con pérdidas cercanas a los 600 millones de euros en 2009, los recursos propios de CajaSur se elevaban a 444 millones de euros, muy distantes de los 967 millones que le exige la ley, y su ratio de solvencia se reducía desde el 8% exigido, al 3,6%, mientras que la morosidad rozaba el 8,5%, casi el doble de la media de cajas.

El Banco de España, en cumplimiento de los plazos previstos, ha nombrado responsables de la entidad cordobesa a tres técnicos experimentados. Se trata de José Antonio Iturriaga, inspector de la entidad emisora entre 1984 y 1989, y ex-presidente del Instituto de Auditores Internos del Banco Zaragozano, junto a Tomás González Peña y Francisco Orenes Bo, profesionales del sector bancario que han ejercido, anteriormente, en puestos directivos del Banco Santander y Banco de Murcia, respectivamene.

Estos tres gestores nombrados por el Banco de España, y de acuerdo con la normativa, tienen un mes de plazo para presentar un plan de viabilidad para CajaSur que deberá definir su fusión con otra entidad o el traspaso total o parcial de su negocio.

Desde el propio Banco de España y el ministerio de Economía se ha pedido tranquilidad a los clientes que tendrán garantizados sus depósitos, mientras que el Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, justificaba la negativa a la fusión con Unicaja asegurando que la Iglesia "ha estado dispuesta a perderlo todo con tal de salvar los puestos de trabajo de CajaSur".

Otras voces, como la del consejero andaluz de Economía, Antonio Ávila, y representantes de las instituciones públicas en el consejo de CajaSur, han considerado "difíciles de entender" las razones para rechazar la unión con Unicaja y han exigido responsabilidades a los ya exdirectivos de la entidad que votaron 11 a favor de acogerse al FROB y rechazar la fusión, por 8 en contra y una abstención.

sector financiero Dentro del sector de las Cajas de Ahorros, Unicaja, en línea con lo manifestado por dirigentes del PSOE, se manifestó "abierta" a cualquier solución constructiva para recuperar el proyecto de fusión. Desde la patronal de Cajas, la CECA, se ha recordado que la situación de CajaSur era "especial" y "exclusiva" y que se encontraba en proceso de saneamiento del Fondo de Garantía de Depósitos.

Otras voces, de más sesgo político, como la de Rajoy urgían ayer al Gobierno a reformar el sistema financiero para evitar nuevas intervenciones, o la del presidente del PP de Andalucía, Javier Arenas, que opinaba que los dirigentes del PSOE "se están cargando el sector financiero de Andalucía", y la del presidente de la Diputación de Córdoba, Francisco Pulido, que culpaba a la Iglesia de la intervención de CajaSur.