IC Construcción negocia con la banca y busca inversores para evitar el cierre
La compañía busca reestructurar deuda ante los graves problemas de liquidez
Pamplona -IC Construcción atraviesa la situación más delicada de sus 36 años de vida. Asfixiada por la deuda y con algunas obras ya paralizadas, la empresa anunció ayer que trata de refinanciar su pasivo con la banca y que busca nuevos inversores con el fin de “conseguir en el corto y medio plazo la liquidez que asegure las operaciones”.
Esta falta de liquidez se ha concretado en retrasos en los pagos -adeuda la extra de Navidad y la nómina de enero a su plantilla- y en una situación crítica para la compañía, que en las últimas semanas ha vivido asimismo la salida de su director general durante la última década, Josetxo Iriguibel. De hecho, la empresa señaló ayer, “con la aprobación de la mayoría de los accionistas” que cuenta con “una nueva dirección” y que “se contempla no sólo la refinanciación de vencimientos o ampliación de garantías, sino también la ayuda externa por la vía de nuevos inversores o incluso de entidades de capital riesgo o de garantía recíproca”. En la misma nota, se señalaba que “la empresa, la dirección y los trabajadores confían en que en pocos días se alcancen las decisiones adecuadas y se logre de nuevo retomar el trabajo en todas las obras que IC gestiona, resarciendo a todos los perjudicados los daños que involuntariamente se hubieran podido causar”.
La salida de Iriguibel, que llegó a la empresa después de 11 años como alcalde de Huarte, se concretó hace unas semanas. La empresa no había conseguido estabilizar su situación económica y financiera, que se había ido deteriorando como consecuencia del desplome de la actividad. Su deuda financiera rondaba casi el 50% de su facturación, que ha pasado de casi 100 millones de euros antes de la crisis a no llegar a los 47 en 2013, último año con las cuentas presentadas. Centrada en la obra pública hasta 2009, la compañía comenzó a ejercer como constructora residencial para promotores, especialmente en VPO. Ha desarrollado proyectos en Mugartea, Lezkairu, Erripagaina y Arrosadía, entre otros. La empresa también trató de captar negocio mediante pequeñas sociedades locales en La Rioja y Aragón, sin demasiado éxito.
En este tiempo, además, ha tenido que reducir de modo drástico su plantilla, que alcanzó los 375 empleados y que ahora no llega a los 90. En este tiempo ha aplicado tres expedientes de regulación de empleo, dos de ellos de extinción de contratos (40 cada uno) y otro de regulación de empleo. Ha aplicado asimismo rebajas salariales. Todo ello no impidió que la empresa registrase ya casi 3,7 millones de euros en pérdidas en 2012 (5,4 antes de impuestos) y otros 0,9 millones en 2013.
Iruña Grupo nació hace 36 años, en 1979, con tres socios navarros: José Mari Royo, ya jubilado: Carlos Giral, director comercial de la empresa durante años, y Miguel Ángel Roncal, responsable del área técnica.
La última crisis en el sector. Los problemas de IC Construcción se han agudizado cuando el sector comienza a ver los primeros síntomas de mejoría, si bien muy leves. Una situación que permite a la plantilla y a una parte del accionariado albergar todavía alguna esperanza de superviviencia para la compañía, cuyo volumen de pasivo era más reducido que el de otras constructoras navarras.
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