pamplona - El Gobierno de Navarra ha aprobado dos convocatorias que ascienden a casi cinco millones de euros para combatir el desempleo en la Comunidad Foral, informó ayer el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra.

Una partida de 3,6 millones se destinará a los programas integrados de formación y empleo, conocidos como Pifes, que se asemejan a las escuelas taller pero con formatos más cortos de entre dos y once meses y a los que pueden optar todas las personas desempleadas. La otra subvención de 1,3 millones se invertirá para luchar contra el paro de larga duración, que lo padecen 12.555 personas.

El presupuesto para los programas integrados de formación y empleo (Pifes) se divide en dos partidas: una de 1,23 millones para gastar este año y otra de 2,4 millones para 2018. El Servicio Navarro de Empleo-Nafar Lansare (SNE/NL) publicará el lunes en el BON la convocatoria, que está abierta a entidades locales, asociaciones, fundaciones y otras entidades sin ánimo de lucro, centros de formación o empresas. De esta forma, la convocatoria deja margen a estas entidades para que propongan programas Pifes con inicio en 2017 o 2018.

Ya el martes, el SNE difundirá en el BON la nueva partida de 1,3 millones de euros para personas desempleadas de larga duración, cofinanciados con fondos de la Confederación Sectorial de Empleo. Podrán participar en esta convocatoria entidades de la Comunidad Foral que actúan en el ámbito de la orientación o gestión de proyectos de inserción laboral.

Tanto las entidades que quieran optar a la convocatoria de ayudas de los Pifes como las que lo hagan para las subvenciones que favorecen a las personas que llevan desocupadas más de un año, podrán hacerlo hasta el 25 de septiembre.

los pifes Laparra recordó que ahora “quieren poner desde finales de este año una nueva oferta de Pifes, sobre todo, para Aoiz, Altsasu/Alsasua, Estella-Lizarra y Doneztebe/Santesteban”. El SNE quiere centrarse en estas zonas de la Comunidad Foral porque “no quedaron cubiertas en la primera convocatoria, lanzada a principios de año con 2,3 millones”, concretó. En las áreas geográficas de Aoiz, Alsasua, Estella y Santestaban hay registradas 4.306 personas sin trabajo, que suponen casi el 12% del total, según los datos del SNE correspondientes al pasado julio. De esta forma, si tras atender estas zonas hay “crédito disponible, se adjudicarán los programas de Pamplona, Tudela, Lodosa y Tafalla”, especificó.

La convocatoria que se va a lanzar el próximo lunes incluye novedades respecto a la anterior. Entre ellas, Laparra mencionó la apertura de estos programas a todas las personas desempleadas. Este cambio se ha producido después de que las entidades que promueven estos cursos creyeran conveniente ampliar el perfil de usuario. Antes, solo se dirigían a colectivos específicos. Además, las nuevas bases eliminan limitaciones para favorecer la programación en todo Navarra, incluidas las zonas menos pobladas.

Actualmente, hay plazas en una decena de programas integrados de formación y empleo, como carretilla, camarero, atención sociosanitaria o cocinero, entre otras.

cuatro ámbitos de actuación Por su parte, la convocatoria de 1,3 millones para disminuir el paro de larga duración comprende cuatro ámbitos: la orientación, la formación técnico-profesional, la prospección y la intermediación.

Las subvenciones consisten en abonar un máximo de 400 euros por cada persona atendida y entre 1.100 y 3.000 euros por cada persona insertada, con contratos de, al menos, tres meses, autoempleo o asociados a la economía social. “Esta cuantía dependerá de la edad de la persona desempleada y del tiempo en paro. Por ejemplo, para una de 29 años, la subvención máxima oscilará entre los 1.100 euros (de uno a dos años en desempleo) y los 1.850 euros (más de dos años). Para las mayores de 45 años con más de dos años en desempleo y para todas las de 55 o más, la ayuda máxima es de 3.000 euros”, expuso el consejero.

La iniciativa del Ejecutivo pretende impulsar, principalmente, la contratación de mayores de 45 años con más de dos años en el paro y aquellos que suman más de 55 con menos de un año sin trabajar. No obstante, podrán beneficiarse de esta atención las personas mayores de 29 años que llevan más de doce meses sin emplearse, aunque hayan tenido algún contrato temporal, que suponen el 35% de los desocupados en estos momentos.

¿Qué son? Estos programas se pusieron en marcha este año para personas desempleadas. Combinan formación, orientación y vías de inserción.

¿En qué destacan? Antes, durante y después de la formación, cada participante recibe atención personalizada de un tutor o tutora de referencia encargado de diseñar la hoja de ruta para su inserción laboral. Este personal también favorece el contacto de empresas y el conocimiento de ofertas de trabajo. Además, se pueden programar experiencias laborales en empresas y ofrecer al alumnado becas de hasta doce euros diarios para asistir a los Pifes.

Atención a personas desocupadas. Los Servicios de Atención se enfocan a este colectivo, al que se quiere ayudar a través de la orientación, formación, prospección e intermediación.

Orientación. Entrevista individualizada para actualizar su perfil y objetivo profesional y planificar el itinerario de formación y empleo.

Formación técnico-profesional. En talleres formativos de al menos 75 horas se trabajarán aspectos laborales y personales y conocimientos imprescindibles para buscar empleo en ámbitos en los que hay demanda. Las entidades beneficiarias ofrecerán los talleres de dependiente y gestor de comercio, soldadura, contratación, cuidados asistenciales, electricidad, informática, restauración, logística y almacén y limpiezas, etc. Se tendrá en cuenta la formación y la experiencia profesional previa.

Prospección. Por cada tutora o tutor, la entidad tendrá que realizar, al menos, 20 visitas o contactos con empresas para captar ofertas y detectar necesidades.

Intermediación. Si la necesidad detectada en una empresa se ajusta a alguno de los perfiles con los que se ha trabajado, la entidad colaboradora pondrá en contacto a ambas partes y ofrecerá a la empresa un seguimiento de dos meses para mediar en posibles problemas.