En huelga de hambre por la seguridad laboral
mohamed asrih, empleado de vacío y termoquímica de navarra, inició esta protesta el miércoles
el trabajador de la empresa Vacío y Termoquímica de Navarra, ubicada en el polígono el Soto de Berrioplano, Mohamed Asrih inició el miércoles a las 6.00 horas una huelga de hambre para pedir a la dirección que adopte medidas para fortalecer la seguridad de la plantilla en la planta. “Es una decisión drástica y poco común, pero necesaria. Me he decantado por esta opción porque creo que es la más efectiva para defender la seguridad de mis compañeros y luchar por que no haya ningún incendio, fuga tóxica o accidente más”, explicó ayer este empleado que suma 15 años en la compañía.
La firma Vacío y Termoquímica, dedicada a tratamientos térmicos y termoquímicos del acero, ha sufrido varios incendios en los últimos años. En 2014 hubo un herido por inhalación al arder unos perfiles de resina, que generaron una gran cantidad de humo. En 2017 los empleados controlaron el fuego prendido en el aceite de un horno utilizado en los procesos de producción sin extenderse al resto de la nave; y en 2018 un incendio durante una maniobra de descarga de aceite provocó el desalojo de la factoría y daños de escasa entidad sin causar accidentados. Mohamed Asrih, casado y con cuatro hijos, indicó que “la empresa ha sufrido incendios en los últimos cinco años” y añadió que se ha llamado a “Salud Laboral, inspectores o Policía para denunciar las fugas de productos tóxicos o peligrosos”.
Desde el miércoles este asalariado, licenciado en Derecho y con cuatro idiomas, no ingiere ningún alimento, únicamente bebe agua y miel y cumple con su jornada de 14.00 a 22.00 horas. Una vez que concluye su turno, continúa con su protesta enfrente del taller, en su vehículo que utiliza para dormir. A pesar de las temperaturas gélidas de la noche, insistió en que “siempre hay que pensar en quien está peor”. Por el momento, no ha recibido el respaldo de sus compañeros de plantilla, unas trece personas. Él cree que tienen “miedo”. Este periódico gestionó contactar con la representación sindical, un delegado de CCOO, pero declinó hacer declaraciones; y también intentó hablar con la dirección en dos ocasiones para conocer su versión, pero finalmente no pudo.
notificación el 31 de octubre Mohamed Asrih, que vive en Pamplona hace 17 años, informó al delegado sindical el jueves 31 de que iba a iniciar esta huelga de hambre. “Si con esta medida de presión no consigo cambiar la situación, estoy dispuesto a dejar de beber líquidos”, contó este operario, que entre 2015 y 2019 ejerció de delegado por UGT. “En mi etapa como representante de la plantilla, intenté cambiar las cosas, pero siempre fue en vano. Durante mi labor sindical me sentí presionado”, dijo. Su mujer intentó disuadirle de esta huelga de hambre, pero él considera que puede ser “práctica” para “mejorar las condiciones laborales y conseguir la seguridad de esta plantilla”.
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