altsasu - El sindicato ELA reunió ayer en Altsasu su Consejo Nacional, máximo órgano intercongresos, para debatir las movilizaciones y acciones previstas con motivo de la huelga general del 30 de enero convocada por este sindicato junto a otras organizaciones sindicales, entre otros asuntos. El encuentro fue en el centro cultural Iortia, con la participación de más de 200 personas, que pusieron sobre la mesa las razones, estrategia y pasos a dar de cara a la huelga.

"Se trata de calentar motores. Hay mucho trabajo en la organización de una huelga general, asambleas, socialización y otras cuestiones que se deben hacer", señaló Mitxel Lakuntza, secretario general de este sindicato. "Como hemos dicho muchas veces durante estas últimas semanas, esta huelga es una oportunidad inmejorable para unir todas las luchas, como la del movimiento feminista, la de las pensiones y conflictos que hay en las empresas. Ese día queremos reivindicar que todas esas luchas son la misma", destacó. "Esta huelga general también se convoca para visualizar esa confluencia", añadió.

Al respecto, Lakuntza aseguró que "sobran razones para ir a la huelga. Es falso ese oasis vasco que nos quieren vender, y la gente que entra cada día por la puerta del sindicato es la prueba de que la precariedad sigue creciendo". Asimismo, señaló que "sigue sin reducirse la brecha salarial que sufren las mujeres y la situación de las pensiones empeora cada día".

A las voces que critican la huelga general y la califican de "inútil y fuera de tiempo", Lakuntza reivindicó su necesidad "para combatir la precariedad y sacar a la calle nuestras reivindicaciones y colocarlas en la agenda política". Y es que según dijo, se trata de una huelga para politizar porque "las pensiones, las condiciones laborales y otras cuestiones son decisiones políticas", aseguró. "La huelga es un altavoz. Es un trabajo conjunto de sindicatos y agentes, una única lucha que pone en el centro la vida. Hay que poner en valor esa confluencia".

Hasta el centro cultural Iortia se acercaron padres de Altsasu Gurasoak, que les explicaron la situación en la que se encuentran los jóvenes, dos de los cuales están a la espera de que les den el tercer grado. No obstante, aseguraron que en ese momento no tenían ninguna notificación oficial y que respecto al resto de los jóvenes, desconocen su clasificación penal. Una vez más ELA les mostró su solidaridad.