- La debacle económica sin precedentes que ha ocasionado un virus desconocido hasta hace apenas cuatro meses deja muchas cifras. Algunas no son todavía sino negras previsiones. Otras responden ya a la realidad de las frías estadísticas que dibujan, más que curvas, precipicios. Solo en marzo, en realidad en apenas unos días, se destruyó prácticamente el mismo número de empresas que, poco a poco, con mucho esfuerzo, iniciativa personal y de la mano de a una recuperación económica sostenida en el tiempo, se había logrado crear en casi cuatro años.

A 31 de marzo, Navarra contaba 17.231 empresas con asalariados registradas en la Seguridad Social, 462 menos que en febrero. Una caída mensual del 2,6%, la más intensa de los últimos años y que hace adelgazar de un golpe el tejido productivo de la Comunidad Foral a niveles de 2016, cuando la economía crecía por tercer años consecutivo tras la durísima crisis de 2008-2013. El retroceso no tiene precedentes y seguramente continúe en abril, del que se ha cumplido ya una quincena, pero prácticamente perdido a efectos económicos.

La caída afecta a todos los sectores económicos excepto al primario, que pasa de 1.174 empresas a 1.257, animado por la estacionalidad, pero también por una realidad incontestable: las explotaciones agrarias y ganaderas, pese a sufrir por el cierre total de la hostelería, han podido mantener su actividad para atender una industria y una distribución alimentaria que se vieron desbordadas en la segunda quincena de marzo.

Pero el sector agroalimentario, con su trascendencia reforzada, no deja de ser una isla en una situación como la actual. En el resto, murieron tres de cada cien empresas, con una incidencia especialmente relevante en los servicios, donde la mortalidad rozó el 3,5% y 439 empresas menos. La estadística de la Seguridad Social no ofrece de forma pública los datos por actividad económica concreta desglosados por comunidades, pero todo hace prever que el daño es generalizado. "Las únicas que no se han visto afectadas -recordaba en este mismo medio Cristina Amorós, responsable comercial de Elkargi en Navara- son algunas empresas tecnológicas y biosanitarias".

A menor escala total, la caída en el sector de la construcción fue la más elevada, con un 5,6% de descenso. El sector, que es apenas el 40% de lo que llegó a ser en los años del boom, vio cómo su actividad era suspendida el último fin de semana de marzo. Y es además uno de los que muestra una mayor volatilidad en sus cifras. La caída es menor, pero tan preocupante o más, en la industria, donde e han perdido 29 empresas, poco más de un 1,2%. Se trata, en cualquier caso de un sector clave en la economía navarra, que aporta el 31% del valor añadido bruto y del que depende buena parte de su capacidad exportadora.

Las cifras de mortalidad empresarial, que en Navarra son inferiores a las registradas en Euskadi, quedan también muy por debajo de la media nacional, con una caída superior al 7%, especialmente intensa en aquellos territorios en los que mayor peso tiene la hostelería y el sector turístico. Los datos apuntan además a una muy superior incidencia entre las firmas más pequeñas, aquellas que presentan una mayor dificultad de acceso a la financiación y viven con una tesorería más limitada.

Los autónomos, que antes del coronavirus superan los 47.000 en Navarra, son también importantes generadores de empleo. Forman micropymes, con apenas uno o dos trabajadores, y están empezando a sufrir, a pesar de las ayudas anunciadas. En marzo, el salto entre altas y bajas deja una caída ya de 190 cotizantes menos.

8.120

El primer embate del coronavirus, en la segunda quincena de marzo, se cobró más de 8.000 empleos en Navarra, la caída más aguda en tan poco tiempo.

3.390

Los 3.390 nuevos desempleados, que no tienen en cuenta a los afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, suponen el tercer peor mes absoluto de la serie histórica, solo por detrás de enero de 2009 y enero de 2013.