- CGT, ESK, Solidari y Steilas convocaron el acto sindical simbólico con apenas cuatro personas al mediodía en la plaza Recoletas de Pamplona, junto a la fuente. Marisa Olite, con la pegatina de CGT; Juan Antonio Cantero, con la de Solidari; Iratxe Álvarez, con la de ESK; y Araceli Montes, con la de Steilas, se colocaron distanciados y con el cartel Desde las ventanas estamos en las calles. Aunque, ellos sí que pisaron su plaza de referencia cada 1 de Mayo, tras revocar el TSJN la prohibición del acto por parte de la Delegación. LAB participó como invitado tras negarle al sindicato cuatro caravanas de coches.

Comenzaron puntuales, con el potente repicar de las campanas de la parroquia de San Lorenzo de fondo. Tras unos minutos, los cuatro participaron en la lectura del comunicado, Iratxe Álvarez y Araceli Montes, en euskera; y Juan Antonio Cantero y Marisa Olite, en castellano. El título era directo: No queremos su normalidad. Y como si estos sindicalistas se hubieran coordinado con un vecino de la calle Mayor que hizo sonar La Internacional desde su vivienda, esta canción acompañó el discurso. "Estamos en un escenario inaudito, pero el capital va a intentar que la clase trabajadora, una vez más, pague los platos rotos", indicó Iratxe Álvarez.

"Siete semanas confinados evidencian que la normalidad que nos imponen era sinónimo de devastación y sobrexplotación de los recursos naturales. El planeta ya nos había dicho que estábamos llegando a límites insostenibles y esta pandemia nos ha puesto frente al espejo. Esa normalidad no es más que un capitalismo voraz, que mira hacia otro lado y sigue esquilmando y agotando los recursos naturales para aumentar la riqueza de unos pocos", pronunció Araceli Montes. "Su normalidad es recortar los servicios públicos. El desmantelamiento de la sanidad pública tiene consecuencias graves: privatizar mata", detalló Marisa Olite. En esta crisis sanitaria "han sido los trabajos reproductivos y de cuidados los que han resultado esenciales, muchos de ellos invisibilizados e infravalorados desde el punto de vista social y económico", remarcó Juan Antonio Cantero. Todos insistieron en que "los derechos no están confinados", pero algunos se han visto vulnerados en el estado de alarma.

Estos sindicatos recordaron a las personas desplazadas, refugiadas y hacinadas en campos sin medidas sanitarias, y aquellos que se mueren de hambre. "Esa normalidad antepone los intereses del capital frente a la ciudadanía. Por eso, defendemos un mundo justo, que ponga en el centro la vida y a las personas, y respetuoso con el medio ambiente", concluyó Álvarez, quien brindó desde su casa vía telemática con sus compañeros de ESK una vez terminado el acto. Araceli siguió las noticias del 1 de Mayo; y Marisa celebró un cumpleaños familiar a través de Internet. Así que solo queda convidar por un Día Internacional del Trabajo normal.

"El desmantelamiento de la sanidad pública tiene consecuencias graves: privatizar mata"

CGT

"Queremos un mundo justo, que ponga en el centro la vida y a las personas"

ESK

"No queremos su normalidad, basada en un capitalismo voraz que recorta derechos"

Steilas

"Los trabajos reproductivos y de cuidados han resultado ser los esenciales"

Solidari