Tubos Reunidos ha elaborado un plan estratégico 2021-2026 que contempla 60 millones de inversión y que incluye cerrar la planta de estirados en Pamplona (38 trabajadores) y la acería de Trápaga, cuyo personal se trasladaría a Amurrio, con la intención de contar con una única acería en el grupo y una sola instalación de estirados ubicados en la citada localidad alavesa.

El Plan, que busca impulsar la transición energética y la descarbonización, no incluye ningún ERE, aunque sí están previstas salidas no traumáticas. La compañía ha presentado este jueves a los representantes sociales su plan estratégico basado en la transición energética y la descarbonización, que, según Tubos Reunidos, le permitirá abordar nuevos mercados y sectores de actividad con especial presencia en energías limpias e hidrógeno.

Este plan estratégico de Tubos Reunidos, que cerró 2020 con unas pérdidas de 101,3 millones, no conlleva la presentación de ningún ERE, pero sí se realizarán, por el contrario, con carácter inmediato, salidas “sin impacto social” en el grupo, principalmente, prejubilaciones. Además, prevé un plan de inversiones para la mejora de la eficiencia, la digitalización y reducción de CO2 que asciende a 60 millones de euros en los próximos cinco años (2021/2026).

El sindicato LAB ha considerado que el cierre de estas dos plantas supone desindustrializar "empleando dinero público para ello".