El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, enfrió ayer las expectativas de crecimiento de la economía este año y aseguró que las previsiones sobre las que se asientan los próximos Presupuestos del Estado son demasiado optimistas. En una comparecencia en el Congreso en la que precisamente tenía que analizar el proyecto presupuestario, Hernández de Cos anunció que la entidad que preside prepara “una revisión significativa a la baja” de sus estimaciones del PIB. La recuperación tras la crisis provocada por la pandemia es “claramente incompleta” frente a la del resto de países, afirmó y el Banco de España considera que no se llegará tan lejos en el crecimiento como estima el Gobierno de Pedro Sánchez.

Todo ello en un escenario, incidió, de “elevada incertidumbre”, en el que al desarrollo de la pandemia se le suma la tendencia inflacionista y “cuellos de botella” en las cadenas de suministro, por la escasez de recursos y el encarecimiento de los precios de energía.

En respuesta, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, defendió que las previsiones macroeconómicas del Gobierno están marcadas por la “prudenciaen un entorno de incertidumbre que vivimos desde la llegada de la pandemia en el que es complicado hacer este tipo de previsiones”. Sin embargo, el impacto de las declaraciones de Hernández de Cos, que además entró de lleno en otras cuestiones como la sostenibilidad de las pensiones o el marco laboral, condicionaron la jornada económica.

Hasta ahora, el Banco de España calculaba que la economía crecería en el Estado un 6,3% este año, dos décimas menos que la estimación del Ejecutivo. ¿Cuánto rebajará la previsión? Toda una incógnita que se despejará en breve y que aumentará la diferencia con la cifra del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos. ¿Qué pasará con la previsión del próximo año? Hernández de Cos no avanzó nada pero en ese capítulo ya había todo un mundo entre el 7% del Ministerio y el 5,9% del supervisor bancario.

El gobernador de la entidad explicó que España está lejos de alcanzar la recuperación plena y que en la primera mitad de año presenta una brecha de 8,4 puntos porcentuales en su PIB respecto al de finales de 2019, cuando en la zona euro se limitaba a 2,5 puntos.

Al analizar los principales rasgos del proyecto, Hernández de Cos señaló que el cuadro macroeconómico a partir del cual se elaboran las cuentas establecen un crecimiento que está casi un punto por encima del consenso de los analistas para ambos ejercicios. En el caso particular de la inflación, señaló cómo el deflactor recurrido para el consumo privado se queda en el 1,3%, “sólo dos décimas menos que en septiembre”, lo que implicaría, en caso de hacer una actualización en base a la misma, una revisión de más de 0,5 y 1 puntos porcentuales para los dos años.

También destacó el efecto que podría tener el mantenimiento en el tiempo del alza en los precios de la energía, que en el caso de la electricidad llegaría a alcanzar entre dos y tres décimas de PIB al cabo de tres años en caso de consolidarse un aumento permanente del 10%.

Por su parte, la vicepresidenta primera abogó por actualizar las herramientas analíticas y desarrollar indicadores más allá del PIB para que se pueda valorar “adecuadamente” el crecimiento potencial de los países y tomar, en base a esto, las “mejores decisiones” de política económica.

Así, la ministra de Asuntos Económicos apuesta por desarrollar indicadores y métricas “preparados para el futuro” que reflejen los desafíos actuales.

Descuelgues y convenios. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, reclamó ayer en el Congreso mantener “mecanismos de descuelgue” y la prevalencia del convenio de empresa frente al sectorial en la normativa laboral. Y es que el gobernador incidió en la necesidad de facilitar “flexibilidad” a las empresas para realizar “ajustes”, en un momento en el que, explicó, se vayan a dar “las mayores reasignaciones” en las empresas y trabajadores, consecuencia de la pandemia pero también por cambios estructurales como las políticas de lucha contra el cambio climático.

Reforma laboral de 2012. En este sentido, el gobernador del Banco de España señaló que “es muy importante que la legislación laboral permita esas reasignaciones” y que “la política económica debe facilitar” la adaptación de las empresas “a la nueva realidad económica”.