Cabeza de ratón, pero cola de león. Esa es Navarra en términos del mercado laboral: una de las comunidades españolas con la tasa más baja de desempleados, un dato habitualmente destacado por el Gobierno de Navarra (sea este del signo que sea) y que al concluir el año se situó en el 9,93%. Pero también un territorio con un excesivo número de desempleados si se compara con algunos de los países más prósperos del continente.

La cifra de desempleo actual es la más baja de los últimos trimestres y apunta en buena dirección, pero la mejoría no oculta otra evidencia: sigue siendo claramente superior a la media europea, triplica por ejemplo la alemana y duplica la de países como Austria, Suiza, Países Irlanda, Luxemburgo o incluso Portugal.

De hecho, de entre todos los países de la Unión Europea, solo Grecia y, por supuesto, España presentan peores indicadores que Navarra en materia de desempleo. En toda la Zona Euro, la tasa de paro se situó en diciembre de 2021 en un 7%, tras haber rozado el 8,5% en el momento más agudo de la pandemia y superar el 12% en 2012, durante la última gran recesión. Navarra rozó en aquel momento un 18% de tasa de paro, con lo que, una década más tarde, el diferencial prácticamente se ha reducido a la mitad.

Sin embargo no se ha regresado al punto de partida, tal vez irreal, de los años previos al estallido de la burbuja inmobiliaria, cuando la tasa de paro de Navarra se alineó por primera vez en la historia con la europea. El paro llegó a caer por debajo del 5%, con lo que, por primera vez desde los años 70, Navarra vivió un efímero periodo de pleno empleo.

Una nueva realidad

"Esos números no los vamos a volver a ver a corto o medio plazo", dice Luis Campos, director del Observatorio de la Realidad Social de Navarra. Este órgano, que analiza de forma continua el mercado laboral navarro, es consciente así no solo de las limitaciones de la creación de empleo, sino sobre todo de la existencia de miles de personas de muy difícil recolocación. En estos momentos, 23.000 de las 33.000 personas que se encuentran desempleadas en Navarra poseen apenas los estudios básicos o han completado solo la primera etapa de la Educación Secundaria.

Este grupo, compuesto en un 57% por mujeres y en un 43% por hombres, supone el 70% del total de los desempleados, si bien se ha reducido con fuerza en el último año, en consonancia con la relajación de unas restricciones que, por ejemplo, permitieron al sector hostelero recuperar ya la mayor parte del empleo destruido en 2020.

Estos problemas formativos tienen, además, una difícil solución, especialmente en el caso de las personas de mayor edad, a quienes se complica especialmente el regreso a un mercado de trabajo que demanda cada vez de mayor cualificación. Lo explica, en términos algo más técnicos, el último informe mensual del Observatorio de la Realidad Social: "Los ejes de la cohesión social, la sostenibilidad medioambiental a partir de la descarbonización y la sustitución de la economía del talento sobre la economía del trabajo intensivo en mano de obra descualificada, deben ser los nuevos raíles de nuestra economía".

Todas las comunidades españolas comparten los mismos problemas de Navarra para rebajar su tasa de paro. A finales del pasado año, solo la Comunidad Autónoma Vasca y Aragón presentaban un menor índice de desempleo y la tasa media española seguía quedando claramente por encima: 13,33 frente al 9,93% de Navarra. Y el sur de Europa (con la excepción de Portugal) mantiene unas tasas de paro sensiblemente más elevadas que el norte (con la excepción de Suecia) y el centro del continente. Así, buena parte de las regiones francesas presentan tasas de desempleo próximas al 8%,? mientras que en Italia los datos son incluso algo peores y el dato medio del 9% resulta similar al de Navarra o incluso al de buena parte del norte de España.

De esta manera, en el cómputo de las más de 280 regiones que se integran en la Unión Europea, Navarra queda fuera de las 200 primeras. A finales de 2020, último periodo del que existen datos comparables regionalizados, la Comunidad Foral ocupaba alrededor del puesto 210, con datos muy similares a los del sur de Francia o el centro de Italia.

Estas tasas de paro relativamente elevadas durante años han tenido además un efecto indudable en los salarios: los han presionado a la baja. Así, entre 2011 y 2019, el salario medio apenas creció en unos 1.000 euros brutos en España, la mitad que en Francia y siete veces menos que en Alemania.

Difícil encontrar personal

El Gobierno de Navarra confía en cualquier caso en estrechar el diferencial con el Europa entre 2022 y 2023, dos ejercicios en los que se prevé una intensa creación de empleo. De hecho, en 2019, último año antes de la pandemia, la tasa de paro media se situó en el 8,5%, seis puntos por debajo de la media española y llegó a caer por debajo del 8% en el segundo trimestre de 2019. Era su mejor dato desde el año 2008 .

"La formación va a ser clave en los próximos años", insiste Luis Campos. Muchas empresas lo están comprobando ya en sus propias carnes y han intensificado el contacto con los centros de formación profesional para asegurarse perfiles técnicos hoy muy demandados en el mercado, sobre todo en una comunidad tan industrializada como Navarra.