- La salud mental se ha convertido en el segundo problema de salud que detectan las empresas navarras en sus plantillas, tras dos años de pandemia. Experimenta un incremento del 11,2% en comparación a 2018. Esta conclusión se desprende de la II Encuesta sobre Salud y Empresa, referente a 2021 ypromovida por Mutua Navarra, en colaboración con la CEN, Aedipe Navarra y La Rioja y la Dirección General de Política Económica y Empresarial.

El departamento de Sociología de la UPNA ha dirigido este estudio, en el que han participado 212 organizaciones de diferentes tamaños y sectores, que suponen el 36% de la población laboral en la Comunidad Foral.

Las conclusiones del informe desvelan que casi el 25% de las empresas han percibido problemas de salud mental en sus trabajadores y trabajadoras; un porcentaje que se eleva hasta el 40% en compañías de entre cien y más de 250 empleados.

La salud mental incluye el bienestar emocional, psicológico y social de una persona. Las patologías, asociadas a ella, han repuntado al mismo tiempo que la pandemia ha evidenciado “las carencias de recursos empresariales en esta materia” y ha puesto de manifiesto “la necesidad de aportar medios que mejoren su bienestar psicológico, ya que decrecieron durante 2020 y 2021 debido a la desaceleración de los programas de promoción de la salud”, recordó Javier Igea, director del área de Empresa Saludable de Mutua Navarra, que estuvo acompañado de Izaskun Goñi, directora general de Política de Empresa, Proyección Internacional y Trabajo, y Carlos Fernández Valdivielso, secretario general de la CEN.

La encuesta revela que la pandemia ha afectado principalmente a la estabilidad emocional (así lo creen el 29,4% de las empresas preguntadas); a las relaciones interpersonales (24,9%); a la conciliación entre el trabajo y la familia (20%) y a la carga de trabajo (19,2%). Todo ello ha influido en la salud mental de empleados y empleadas.

Igea reiteró que “las compañías deben mejorar los planes de contingencia ante las incertidumbres, y trabajar más en materia de salud mental para cuidar el bienestar psicológico”. En este objetivo, seis de cada diez empresas se han propuesto en los próximos dos años acciones para potenciar el bienestar psicológico y emocional.

El estudio destaca que los tipos de actividad preferentemente utilizados para fomentar este tipo de bienestar son “la flexibilidad horaria y teletrabajo, y las medidas de conciliación (ambas con valores del 20%); y las ayudas en casos puntuales, los programas de salud mental, y los programas de igualdad de oportunidades (todos ellos entre el 10% y el 20% de las empresas).

Los trastornos musculoesqueléticos continúan siendo la principal causa de ausencia al trabajo, como lo remarcan el 73,3% de las empresas -porcentaje que ha bajado cinco puntos respecto a la encuesta de 2018-. En segundo lugar se sitúa la salud mental; en tercera posición, la covid (6,7%); y le siguen las patologías cardiovasculares (5,7%); problemas respiratorios (5,2%) -sin incluir los casos por coronavirus-; y gastrointestinales (3,3%).

Del documento también se extrae que, tras la pandemia, el 59,5% de las empresas mantendrán las herramientas tecnológicas de comunicación; y el 40%, el teletrabajo; y continuarán con medidas de conciliación el 36,7%. La encuesta destaca que aumenta un 6,9% el número de compañías que afirman que la salud tiene mucha o bastante importancia en la productividad respecto a 2018, por lo que así lo consideran el 98,5% de los participantes.

“El cambio hacia una cultura de la salud en las organizaciones ya está en marcha hacia un concepto mucho más integral”, dijo Igea.

Para los próximos dos años las empresas se han planteado diferentes iniciativas. Las organizaciones más pequeñas quieren impulsar actividades físicas y deporte, alimentación y nutrición. Las empresas, entre cien y 249 empleados, bienestar psicológico y emocional, gestión de la edad, desarrollo de competencias, y diversidad e inclusión. Y las firmas de 250 y más asalariados, actividad física y deporte, bienestar psicológico y emocional, alimentación y nutrición, y tratamiento y prevención de adicciones. l

l Retener talento. El 65,6% de las empresas encuestadas coinciden en afirmar que las acciones de mejora de la salud influyen bastante o mucho en la retención del talento.

l Enfermedad común. Las enfermedades comunes representan el principal motivo de ausencia al trabajo para el 64,8%, oscilando entre un mínimo del 53,5% de las empresas de menos de 25 trabajadores, hasta el 80,6% de las más grandes.

l Reducir o suspender programas. El 50% de las empresas se han visto obligadas a reducir y/o suspender sus programas específicos de salud para centrarse en acciones relacionadas con las medidas sanitarias y de protección frente a la covid-19.

l Recortes. Los recortes presupuestarios se han hecho notar en las actividades de fomento del bienestar psicológico, que caen un 19,2%, hasta situarse en el 29,6%.

l Formar e informar a las plantillas. Se observa un mayor esfuerzo por transmitir formación e información en salud a la plantilla, aspecto que crece un 17,3% hasta situarse en el 33,3%.