La rehabilitación es una de las palancas que el sector de la construcción identifica como elemento propulsor, no sólo de su actividad, sino también de la economía tras la crisis sanitaria. Además de contribuir a la regeneración urbana, recuperando, dinamizando o revitalizando los barrios y espacios públicos desde el punto de visto urbanístico, social y vecinal, ayuda a impulsar la creación de empleo.

En términos medioambientales, como sociales, la rehabilitación ayuda a frenar los procesos de deterioro de los propios barrios, a mejorar la salud, el nivel de confort y calidad de vida de los usuarios; además de ser una solución real al grave problema de la pobreza energética. Es, por ello, que la rehabilitación de viviendas se ha convertido en una de las acciones más relevantes del Gobierno foral para la descarbonización de los entornos urbanos y una medida clave para alcanzar una economía competitiva en una región como Navarra, donde la energía fósil que se consume procede del exterior.

Para acometer este ambicioso reto de mejorar la eficiencia energética en la vivienda, crear empleo, favorecer la accesibilidad a los edificios y su digitalización, además de paliar el déficit de vivienda social, Navarra recibirá de los fondos europeos REACT EU y de los Next Generation 84,8 millones de euros. En concreto, contará con 47,2 millones de los fondos Next Generation divididos en varios programas para la rehabilitación de barrios; el apoyo a las oficinas de rehabilitación; la rehabilitación de edificios residenciales colectivos y unifamiliares con hasta 16.800 euros de subvención máxima; la mejora de la eficiencia energética en interiores con ayudas máximas de hasta 3.000 euros; y el libro de proyectos de rehabilitación.

A su ve contempla actuaciones que abarcan desde cambios en la envolvente térmica, a la sustitución de instalaciones de generación térmica con combustibles de origen fósil por generación térmica basada en fuentes renovables -biomasa, geotermia, solar térmica, bomba de calor-, o la generación eléctrica renovable para el autoconsumo y la incorporación de tecnologías de regulación y control, así como la eficiencia energética en la iluminación. Además, en 2022 y 2023 Navarra recibirá otros 13,8 millones para la construcción de vivienda de alquiler social en edificios energéticamente eficientes y habrá, también, otros 24 millones para eficiencia energética y envolventes térmicas.

Asimismo, el presupuesto del programa de ayudas para actuaciones de rehabilitación energética en edificios existentes (PREE) se ha ampliado con 40,3 millones adicionales hasta alcanzar los 402,5 millones de euros, un 35% más de los 300 millones presupuestados originalmente.