Con la crisis pandémica provocada por el coronavirus los diferentes tipos de enfermedades han aumentado, entre ellas la diabetes. Cierto es que existen otros problemas de salud como la obesidad que están estrechamente relacionados con esta afección, pero el estrés y la ansiedad han hecho que esta dolencia haya crecido en los últimos dos años. Según el último estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), 422 millones de personas padecen actualmente esta enfermedad, mientras que hace una década eran 100 millones. Además, la diabetes no hace distinciones por lo que tanto los niños como los adultos pueden padecerla. Por ello, un buen control y tratamiento hace que los afectados refuercen su salud y reduzcan el riesgo de padecer otras enfermedades, por ejemplo, las relacionadas con el corazón. Con este cometido trabajan sin cesar los médicos e investigadores que tras cien años desde el descubrimiento de la insulina poco a poco se han abierto paso otros fármacos que pueden ayudar a prevenir o incluso retrasar el desarrollo de los diferentes tipos de diabetes, sobre todo la 1, la menos agresiva.   

“¡Hemos dejado de comer todo lo rico, como un buen chuletón y unos fritos para picar!”

Ramiro Talavera - Jubilado

La diabetes es una de las enfermedades más resonadas entre la población, y de larga duración, puesto que es crónica. Esta dolencia se origina cuando el páncreas, porque puede que esté dañado, deja de producir la suficiente insulina que necesita el cuerpo. La insulina es una hormona que regula el nivel de azúcar en sangre, por eso muchos de los pacientes requieren de ella para llevar una vida lo más normal posible. En esta misma línea, existen diferentes tratamientos para esta enfermedad, pero la más común, aunque en muchos países suponga un gran coste, es la bomba de insulina, que se administra en pequeñas dosis durante todo el día a modo de inyección. 

LA DIABETES EN MENORES

Los niños también pueden padecer diabetes y al igual que sucede en el caso de los adultos, los niveles también son de tipo 1 y 2. En estos casos el diagnóstico temprano puede hacer que para la familia sea algo abrumador puesto que el menor tiene que ser consciente de que tiene que pincharse y controlar el nivel de glucosa en sangre. En ningún caso la enfermedad se cura, pero lo cierto es que al igual que muchas otras dolencias bajo control médico el proceso va a ser más llevadero.


No está claro porqué puede desarrollarse, pero los expertos indican que puede estar estrechamente relacionada con los antecedentes familiares, ya que puede tener un familiar con la misma afección; la genética, puesto que ciertos genes indican un mayor riesgo de tener diabetes sobre todo de tipo 1; y la exposición a algunos virus pueden desencadenar la destrucción autoinmunitaria de las células del páncreas. Para que el proceso sea natural, habrá que transmitirles confianza y hacerles ver que para llevar una vida normal en este caso ellos necesitarán vivir con las bombas de insulina y llevar una dieta sana. Para ello, los avances de la diabetes también supondrán un alivio para los más pequeños, que buscan en este proceso una mejora de su calidad de vida. 

Sin embargo, es importante resaltar que existen diferentes tipos de diabetes y para cada nivel se necesita un tratamiento diferente. Por ejemplo, en el caso del tipo 1, lo más recomendable es la bomba de insulina, mientras que las personas con diabetes tipo 2, además de la insulina y otros medicamentos, tienen que llevar una dieta sana y hacer deporte. También existe la diabetes gestacional y en este caso, además de llevar una correcta alimentación, también se recomiendan los fármacos orales. En cualquier caso, será el médico que tras valorar el grado de la enfermedad determine la medicación adecuada para llevar una vida lo más sana posible. 

“Soy diabética y hace años mi marido tuvo un infarto así que cuidamos nuestra alimentación”

Mª Dolores Melabé

Se abre un nuevo horizonte

La medicina avanza y con ello la cura o la mejora de la calidad de vida de personas que padecen una enfermedad crónica como lo es la diabetes. La insulina apareció hace unos 100 años, y desde entonces han ido apareciendo para hacer más llevadero este complicado proceso que busca una cura definitiva para esta dolencia en concreto. El Centro Médico Beth Israel Deaconess de Estados Unidos ha dado un paso más en la investigación al identificar una enzima grasa llamada FAHFA que se genera en los tejidos de las personas, y que tendría efectos positivos para controlar la glucemia y la sensibilidad a la insulina. Este hecho mejoraría los niveles elevados de azúcar en sangre de los tipos 1 y 2, que en el caso de no llevar un control correcto podrían padecer problemas de corazón, en los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios. Hasta el momento, esta enzima se ha probado en ratones obesos y diabéticos de tipo 2, y tras el análisis se ha determinado que estos han reducido la respuesta inmunitaria mejorando así el control de la glucemia. No obstante, todavía queda un largo camino por recorrer, pero los avances son alentadores. 

Imagen diabetes 3 pexels

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El diagnóstico

 Aunque cada caso es diferente, con frecuencia la diabetes tipo 1, la más común, aparece de manera repentina. A veces en una revisión rutinaria una simple analítica puede desvelar esta afección sin esperarlo. No obstante, existen diferentes señales de advertencia y de carácter general como son la sed extrema, la boca seca, hambre, fatiga, visión borrosa, tener heridas que no cicatrizan, candidiasis, pérdida de peso repentina, problemas cardíacos… Un buen control te ayudará a desvelar el problema.