La última pillada del que se autotituló "Duque empalmado" ocupa discretas pero jugosas páginas interiores tanto como a siniestra. Sin embargo, por ahora, el único columnero que ha hincado la pluma al asunto es Ramón Pérez-Maura. Monárquico de los de corbata verde, el articulista de El Debate está dolido por esta nueva afrenta a la dinastía borbonesca. "El dolor de una Infanta de España", es el sentido título de la pieza.

Podría parecer que el autor se solidariza con la esposa engañada. En realidad, es un ajuste de cuentas con ella: "La Infanta Cristina ha dado todo por su marido, pero como en tantos otros matrimonios, eso no ha bastado y todo parece indicar que la crisis del matrimonio es grave. Ésta será la hora dolorosa en que habrá reflexionado una y otra vez sobre lo que ella hizo por él. Cómo su apoyo a su marido pudo dañar a la Corona, es decir, dañar a España: lo último que quiere hacer un miembro de la Familia Real".

Después de varios coscorrones en plan "ya te lo advertí", el resentido autor hace un ejercicio de memoria y trae a colación algo que dijo el padre del todavía marido de Cristina de Borbón cuando se anunció el compromiso: "Al preguntar el periodista a Urdangarin padre cómo veía el tener que empezar a tratar habitualmente al Rey, el viejo militante del Partido Nacionalista Vasco se apresuró a decir -yo creí percibir que en un tono un tanto despectivo- que «somos dos familias de moral muy diferente». Afortunadamente, cuando se ve el matrimonio de la Infanta Cristina, las palabras de su suegro se demuestran ciertas".

De entre todo lo demás que se ha publicado el asunto, les sirvo tan solo el primer párrafo de una información de El Mundo sobre cómo ha sentado la noticia en la familia de la humillada: "La reacción de los miembros de la familia del Rey cuando vieron la portada de Lecturas de esta semana, en la que Iñaki Urdangarin aparece paseando por la playa de la mano de una joven rubia, fue «de total estupor», por no hablar de «indignación», si la sangre azul pudiera enrojecer de rabia, dado el precio que la Infanta Cristina pagó por mantenerse a su lado cuando se le imputó por el caso Nóos. En aquellos días, el divorcio era el cordón sanitario para preservar a la Monarquía del descrédito. Iñaki y Cristina no se divorciaron".

Habrá más, no lo duden, pero de momento, es todo por hoy sobre el asunto. Pasemos pues, por asociación de ideas, al hermano de la involutaria protagonista de la actualidad. Hoy la prensa cortesana vuelve a arrodillarse ante él. "El Rey hace un nuevo gesto para tender puentes con Marruecos", clama La Razón en primera. Hay que contener la risa cuando se lee el subtítulo que explica en qué consistió el tal gesto: "Los Monarcas se pararon en el stand de nuestro socio estratégico durante la inauguración de Fitur". ¡Uoooooh!

Si dos y dos y dos son cuatro, eso merece un editorial. "España tiene en el Rey su mejor activo", es el encabezado de una loa que roza el empalago: "A nadie debe extrañar que desde La Moncloa se recurra a la figura del Jefe de Estado, que ya se ha demostrado como el mejor activo de la política exterior española, especialmente cuando se trata de solventar un desencuentro con Marruecos, cuya Casa Real mantiene profundos lazos de hermandad con Zarzuela".

Y si quieren saber cómo se desarrolló la hazaña, aquí tienen la crónica de El Español: "En un ambiente de total cordialidad, los Reyes han saludado al encargado de negocios y al director de la Oficina Nacional Marroquí de Turismo en España, Khalid Mimi, con quienes han mantenido una breve charla. Dos empleados del expositor vestidos con chilaba blanca y con el tradicional gorro rojo marroquí (tarbusch) han ofrecido dulces típicos a los Reyes. Sin embargo, han declinado la invitación aunque se han hecho una foto con ellos". Qué épico.

Moncloa por presos

En ABC, primera de las antaño. Una exclusiva del género creativo. Bajo la foto a toda plana del encuentro del secretario del PSE, Eneko Andueza, con el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, en la sede del partido soberanista, este titular: "Sortu pone precio a Sánchez para seguir en la Moncloa: liberar a todos los presos de ETA".

Al ir a la letra pequeña en busca de los detalles que sustenten tal enunciado, nos encontramos con el viejo truco. Las informantes son "Fuentes de la izquierda abertzale a las que ha tenido acceso ABC". La sola formulación suena a choteo, lo cual no impide que el texto esté trufado de aseveraciones como la que sigue: "Desde la óptica proetarra la ecuación está clara: Moncloa por presos. Esa, y no otra, es la tesitura a la que puede verse abocado Sánchez, que a la vista del equilibrio político que se desprende de los sondeos de opinión solo podría seguir en el cargo si accede a las exigencias del nacionalismo más duro".

Además de un artículo del director, Julián Quirós, titulado "Bildu no miente", la fantasía animada se amplía con un editorial que entra en las artes adivinatorias: "Es solo el precio final a pagar por el intercambio, de modo que en la próxima legislatura, si Pedro Sánchez sigue en el poder, se acometerán las reformas legales necesarias para excarcelar a todos, absolutamente todos, los etarras que siguen en prisión, tengan delitos de sangre o no. Es una mesa de negociación con un terrorista para anular de facto el pasado criminal de ETA, y hacerlo pasar por una alianza política más".

Arcadi Espada se la devuelve a Jiménez Losantos

Y para terminar, cruce de bofetadas entre dos de los espadachines de la palabra de El Mundo. Si ayer Federico Jiménez Losantos atizaba a Arcadi Espada por llamar extremista a Vox, hoy el receptor de la colleja la devuelve: "Nuestro Federico va a votar a Vox pero quiere que le llamen centrista. Yo todo lo haría por complacerle. Pero para decirlo en góngoro: «Que anochezca cano el viejo y que amanezca bermejo, bien puede ser; mas que a creer nos estreche / que es milagro y no escabeche, no puede ser». Se le ve el tinte, pero, sobre todo, qué necesidad tiene. Extremista y a mucha honra, como Gento. No querría yo por nada del mundo que Federico, por extremas necesidades del servicio, se viera obligado a abandonar el haiku". ¿Continuará?