barcelona - Los pilotos de aviones de pasajeros están obligados a someterse, una vez al año, a un examen médico denominado simple. Una parte de ese chequeo -que dura unas horas- evalúa la salud psicológica. En él se les hacen análisis de sangre y orina, pruebas oftalmológicas, de audición y cardíacas. También se les pregunta por cuestiones de salud mental. Cada cinco años, los pilotos deben someterse a un examen extenso. Es más exhaustivo, se les hacen más pruebas, como electrocardiogramas, etc. Estos test sirven para renovar la parte médica del examen que todo piloto debe pasar para obtener la licencia. El certificado que obtienen les otorga la consideración de aptos para pilotar. Sin el certificado no se puede volar. A partir de los 40 años ese examen médico simple debe pasarse cada seis meses.
normativa europea Esta normativa rige en toda Europa y, en España, ese control sanitario se realiza en centros médicos homologados. Los exámenes médicos incluyen algunas pruebas psiquiátricas y psicológicas. Se suelen hacer, con distinta periodicidad, test psicológicos, de personalidad y otros para detectar patologías específicas. Los más exhaustivos son los exámenes de obtención de la licencia, donde se realizan entrevistas personalizadas a fondo. Cualquier indicio de problemas de salud mental es criterio de exclusión.
Los pilotos de Lufthansa, como en el caso de otras líneas aéreas, superan una prueba de idoneidad psicológica antes de iniciar su formación. Tras lograr la licencia de piloto, los profesionales son sometidos periódicamente a revisiones médicas, pero ya no se les somete a un test psicológico, según se explica en un artículo sobre el tema Die Welt.
Aparte del examen médico, los pilotos tienen sesiones de simulador una vez al año como mínimo, aunque casi siempre son más, según la compañía en la que vuelen. - D.N.