El grave incendio en una base de depósitos de combustible de Matanzas (Occidente de Cuba) fue controlado este miércoles, tras casi cinco días de lucha contra las llamas, pese que aún persisten los riesgos.

El mayor desastre industrial de la historia de Cuba ha dejado por el momento 1 muerto y 128 lesionados (la mayoría ya de alta, aunque 7 permanecen graves o críticos), además de 14 desaparecidos. La evaluación de los daños económicos acaba de comenzar.

"Avanzamos en el enfrentamiento al terrible incendio en la Zona Industrial de Matanzas. Ayer fue un día de victoria, pero no podemos confiarnos. El peligro aún es latente", escribió en Twitter el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

En los cuatro depósitos afectados -de un total de ocho, de 50.000 metros cúbicos cada uno- y sus alrededores permanecen algunos puntos activos, donde trabajan los equipos de emergencia.

Según el segundo jefe del Cuerpo de Bomberos de Cuba, Daniel Chávez, pueden persistir llamas menores durante días, donde las labores se centrarán en el enfriamiento de la zona.

El paisaje en ese entorno es de destrucción absoluta: desde las infraestructuras industriales -empezando por los tanques colapsados- a la maleza, pasando varios camiones de bomberos, todo ha quedado completamente calcinado.

Socorristas de la Cruz Roja de Cuba están empezando a acceder a la zona cero para tratar de extraer los cuerpos de los desaparecidos, en su mayoría bomberos que se encontraban extinguiendo las llamas en los primeros momentos del siniestro cuando se produjo una gran explosión.

"Un momento favorable"

Las autoridades locales han explicado que se ha creado "un momento más favorable" en la lucha contra las llamas gracias a un suministro de agua más estable y a la creación de diques de contención del fuego.

Destacaron en este punto el aporte de la colaboración internacional de México y Venezuela.

En total, han llegado al lugar del siniestro 20 vuelos de estos dos países, con 127 especialistas, 45.000 litros de espuma retardante, 8 tanques de aire respirable con armadura, y más material crítico en la lucha contra el fuego.

Los helicópteros del ejército cubano, por su parte, acumulan 240 descargas sobre el parque industrial, de 2.000 litros cada una.

Más de 4.000 vecinos de los repartos más próximos al parque industrial prosiguen evacuados, en casas de familiares o en albergues improvisados por las autoridades.

Salud y medioambiente

El ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, informó que el sistema sanitario no ha registrado "un incremento de personas con síntomas que pudieran sugerir daños por contaminación ambiental" a raíz de este desastre.

En este sentido, la ministra de Ciencia, Tecnología y Medioambiente, Elba Rosa Péreo, aseguró que la columna de humo se ha reducido, que ya no se aprecia en las imágenes del radar y que hay una tendencia a la mejoría en las condiciones ambientales".

En los últimos días se ha pedido a la población de Matanzas y alrededores a emplear mascarillas y evitar la lluvia.

El incendio se declaró el pasado viernes, según las primeras hipótesis cuando un rayo impactó en uno de los ocho tanques. El fuego, imposible de sofocar, fue poco a poco extendiéndose a los depósitos adyacentes.

Un experto entrevistado este miércoles por el medio oficial Cubadebate consideró "prácticamente imposible" que el mantenimiento del sistema de pararrayos de la base de depósitos fuese el adecuado debido a la crisis económica.

En los días siguientes, las llamas afectaron a cuatro de estos depósitos, estratégicos para el país, provocando graves explosiones, con llamaradas de varias decenas de metros, y una columna de humo negro tóxico que alcanzó La Habana, a más de 100 kilómetros.

Crisis energética

En los tanques se almacenaba principalmente combustible para las centrales termoeléctricas del país, responsables de dos tercios de la producción eléctrica nacional.

La central Antonio Guiteras, adyacente al lugar del siniestro, tuvo que parar el lunes como efecto colateral del incendio y sólo pudo volver a operar este miércoles.

Cuba se encontraba ya en una crisis energética antes de este siniestro, con crecientes apagones por todo el país. En julio registró cortes eléctricos en 29 de los 31 días del mes, según datos de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) cotejados por Efe.

La eléctrica estatal previó para este miércoles un déficit energético de hasta el 30 % de la capacidad de generación máxima del país. El lunes reconoció que sólo iba a poder satisfacer el 60 % de las necesidades en hora punta.