El nuevo ejecutivo israelí de Benjamin Netanyahu impuso varias sanciones a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en respuesta a su iniciativa para abordar la ocupación israelí ante la ONU, un giro en relación a la política de acercamiento con el liderazgo palestino de la anterior coalición gubernamental.

El Gabinete de Seguridad del actual Gobierno se reunió por primera vez ayer y tomó una serie de medidas, entre ellas retener los fondos que Israel recauda en nombre de la ANP para "compensar a familias de las víctimas asesinadas en ataques terroristas palestinos", y una moratoria sobre los planes de construcción palestinos en área C de Cisjordania ocupada, zona bajo completo control de Israel.

Estas sanciones son en represalia por "la decisión de la Autoridad Palestina de librar una guerra política y legal contra el Estado de Israel", declaró en un comunicado la oficina del primer ministro Netanyahu, que agregó que "el actual Gobierno no se quedará de brazos cruzados" y "responderá en la medida que sea necesario".

El 31 de diciembre, la Asamblea General de Naciones Unidas pidió a su tribunal, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que emitiera una "opinión consultiva" sobre la "ocupación, asentamiento y anexión de territorio palestino" por parte de Israel, tras una solicitud inicial para ello de las autoridades palestinas.

Las sanciones aprobadas también contemplan acciones punitivas contra altos cargos palestinos "que lideran la guerra política y legal contra Israel", y medidas contra grupos palestinos "que promuevan actividades terroristas o cualquier acción hostil, incluidas acciones políticas y legales contra Israel bajo la apariencia de trabajo humanitario".

Estas medidas suponen un endurecimiento de la política israelí hacia la ANP, tras el ligero acercamiento del anterior gobierno de coalición liderado por Naftali Benet y posteriormente Yair Lapid, que levantó varias medidas restrictivas en territorio ocupado para reducir el malestar palestino e incentivar su economía.

Una de las políticas paralizadas es la autorización israelí para construir vivienda palestina en área C de Cisjordania -bajo control administrativo y militar israelí-, tras años en que los permisos de construcción para palestinos en esta zona fueran casi nulos.

El Ministerio de Exteriores palestino condenó el anuncio de sanciones israelí, que consideró "un reflejo del programa colonial racista del Gobierno de Netanyahu" y "una flagrante violación de las obligaciones de Israel como potencia ocupante".

Por su parte, el nuevo ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, aseguró que "la Autoridad Palestina no está interesada en una solución, ni en una mejora real de la situación de los palestinos".

Israel se hizo con el control de Cisjordania y Jerusalén Este en la Guerra de los Seis Días de 1967, y desde entonces mantiene una larga ocupación y colonización sobre estos territorios.