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Tudela tiene diez casos de ruina como el de San Nicolás

Una mesa redonda puso de manifiesto la necesidad de un debate sobre el futuro del edificio Todos coincidieron en que se debe revitalizar el Casco Antiguo

Tudela tiene diez casos de ruina como el de San NicolásF.PÉREZ-NIEVAS

tudela - La capital ribera cuenta con diez edificios del mismo nivel de importancia artística e histórica que la iglesia de San Nicolás y que se encuentran en el mismo estado de abandono y con posibilidad de que en unos años amenacen ruina. Así lo confirmó ayer el responsable de ORVE y arquitecto, Miguel Carasusán, en el marco de una mesa redonda que estuvo organizada por la Asociación de Vecinos del Casco Viejo sobre el futuro de este edificio que requiere una inversión de 2 millones para conservarlo. Al acto asistieron casi un centenar de personas y puso de manifiesto las diferentes opiniones de la ciudadanía sobre qué hacer con ese espacio y la necesidad de un debate.

opiniones La división de opiniones fue total entre quienes apostaban por su conservación o quienes preferían una solución menos costosa y con ese dinero tratar de revitalizar la zona.

El arquitecto José Ignacio Zuazu fue el que aportó más ideas, dentro de la defensa del mantenimiento del edificio. "Una solución intermedia podría ser mantener la nave central, abrir las capillas laterales y crear una especie de plaza con atrio", sugirió además de promover la idea de que el centro de interpretación del cerro de Santa Bárbara se traslade allí. "Las autoridades no han cumplido con su obligación de mantener el patrimonio y la Iglesia en su momento tampoco", dijo.

Carasusán, además de destacar que el problema de San Nicolás se trasladará en breve a otros diez edificios, fue tajante: "Creo que no merece la pena invertir 2 millones en restaurar este edificio en la situación actual. Hay que preocuparse de fijar el comercio y atraer a la población". El responsable de ORVE sugirió la posibilidad de crear la "Casa de los artesanos, manteniendo tímpano y torre, en los bajos comercios y las viviendas en la segunda y tercera altura. Sería el mismo coste y revitalizaría". Carasusán apostó además por la creación de una Mesa del Casco Viejo, para abordar su problemática de forma transversal.

Frente a él, la licenciada en Arte Amaya Zardoya apostó por el mantenimiento sin paliativos. "El patrimonio son bienes públicos legados y tenemos el deber de conservarlos, lo mismo los documentos que un edificio o la cultura. Nuestro deber es proteger, conservar y legar, y urge una intervención", apuntó destacando su importancia en el turismo.

Más escéptico se mostró el abogado, urbanista, redactor del PEPRI y durante muchos años vecino de la iglesia, Jesús María Ramírez. "No es un problema solo de la iglesia. Según el PEPRI (2000) se tenían que haber invertido 60 millones de pesetas entre 2004 y 2008. En la situación actual es necesario pensar antes en la gente y en el futuro del Casco Viejo que en el patrimonio. Los políticos tenéis un problema. Si somos autocomplacientes el casco se muere. Hay que usar medicina agresiva para recuperarlo".

Por los vecinos, el economista Javier Navarro recordó que, hasta el momento el Ayuntamiento ya ha gastado 270.000 euros en el edificio sin hacer nada. "No soy partidario de su demolición pero hay que actuar de forma urgente y tener imaginación" y añadió que "la Iglesia hizo un pelotazo al vender por 400.000 euros al Ayuntamiento dos edificios, este entre otros".

Por último, el arquitecto Fermín Margallo defendió el valor de San Nicolás y dijo que "es fundamental mantenerlo. Es historia de Tudela y si un pueblo tira su historia no tiene futuro. Se pueden hacer miles de cosas en un edificio así, desde un cine a una sala de exposiciones". Margallo rebatió a Carasusán y señaló que aunque haya muchos edificios en estas condiciones "no tienen el mismo valor unos que otros. Si se recupera se convertirá en un foco de atracción".

El alcalde, entre el público, señaló que "no podemos exigir que se cumpla ley y no cumplirla. San Nicolás hay que conservarlo. Si tiramos San Nicolás, ¿por qué otros edificios no? No me puedo saltar la ley".