Forman parte del paisaje urbano, tanto que en el devenir de los viandantes por sus calles, pasan desapercibidas, hasta que uno tiene sed y echa mano de ellas para aplacar su necesidad. Pero hay momentos en los que se hacen protagonistas, cuando por tal o cual causa solidaria sus aguas se tiñen de rojo, o de azul, o cuando llegan las fiestas de San Fermín y a decenas de locos les da por tirarse desde lo alto de una, la de Santa Cecilia, en la plaza de la Navarrería, o darse un remojón prohibido en la de Merindades. Las hay ornamentales, como las que proyectó Luis Paret en el siglo XVIII: la misma de Navarrería, la de la plaza del Consejo, la de Recoletas o la de Descalzos. Se conservan abrevaderos antiquísimos como el aska de la cuesta del Labrit, que desde 1232 aparece en las crónicas como Fontana Vieilla o de Tejería, y que en 1921 pasó a ocupar el lugar actual junto al muro que baja junto a la plaza de toros. Hay fuentes casi desconocidas para las nuevas generaciones como la de la Teja, en Lezkairu y que gracias a los vecinos se incluyó en el nuevo parque que se está remozando, o la del Hierro, en la carretera de la Universidad, otrora proveniente de un manantial al que se le atribuían cualidades ferruginosas. Las hay hasta piromusicales, como la de Yamaguchi, y están las populares de color verde y con rostro de león, diseñadas por Casa Sancena en el siglo XX (la última se fabricó en 2003) y de las que quedan en Pamplona unas 185, muchas en colegios.
317 fuentes públicas
50 en la Rochapea y 34 en la Chantrea
En Pamplona, el inventario del área de Conservación Urbana en el mes de marzo contabiliza hasta 317 fuentes públicas de las llamadas de boca, es decir, aptas para beber. Son aquellas que están distribuidas por las calles de la ciudad. Hay medio centenar en la Rochapea, por ejemplo, 34 en la Chantrea, 22 en San Juan... En los últimos meses, se han incorporado 4 más en el parque Alfredo Landa de Lezkairu, 3 en el nuevo parque de Trinitarios y 2 más en Arrosadía. Estas últimas no funcionan todavía: "Son problemas que hay que ir resolviendo. Dependen de la empresa constructora, de que se haya dado de alta el contador...", explica Javier Lasarte, del área de Conservación Urbana, quien añade que en las próximas semanas "queremos que todas estén operativas, de cara al verano". Lasarte precisa que hoy en día "toda el agua de todas las fuentes de Pamplona proviene de la misma red", y que "el Ayuntamiento controla muy de cerca su calidad", con exámenes periódicos.
El protocolo en invierno
Cierre por las heladas
Desde finales de marzo, prácticamente el cien por cien de las fuentes de boca de la ciudad ya están en funcionamiento de nuevo, ya que durante el invierno, el área de Conservación Urbana pone en marcha cada año, a finales de noviembre, un protocolo para el cierre invernal de riegos y fuentes, una actuación que se realiza desde hace años ya que en tiempos hubo noches "en que se rompían 150 grifos a la vez". Según un informe del director del área, Oscar Esquíroz, presentado a los grupos municipales, "las bajas temperaturas en Pamplona inferiores a los cero grados, ocasionan a veces congelación del agua en algunos aparatos o instalaciones tanto del sistema de riego como de las fuentes", lo que "puede producir y produce diversas averías en la instalación", como rotura de los grifos, de la instalación interior de la fuente, de las electroválvulas de riego o de, en otros casos, los contadores del agua de riego y fuentes.
De este modo, en periodo de heladas, "se cierran las fuentes de beber". El cierre es progresivo, primero en las que más influencia tienen las heladas, como por ejemplo las más orientadas al norte. Después las de zonas menos frecuentadas, y en último lugar las de "las zonas más concurridas y las cercanías de las salidas de los colegios". Hay que señalar que, según el protocolo del Ayuntamiento, "las fuentes muy utilizadas se cierran solo en días con previsión de heladas fuertes", y asimismo "cuando existen dos fuentes juntas, se cierra una de ellas permanentemente du-rante todo el invierno". La intervención quiere evitar también los "posibles riesgos que puedan originarse para los peatones si el agua se hiela en zonas de paso con bocas de riego cercanas".
No obstante, durante todo el año se suelen mantener abiertas aquellas fuentes antiguas de boca y de chorro continuo", y un mínimo de fuentes "con el fin de prestar el servicio a los ciudadanos en la medida de lo posible". Así, como se recoge en el gráfico de este reportaje, este invierno han permanecido en funcionamiento las seis fuentes monumentales de Recoletas, plaza del Consejo, plaza San José, la de la Beneficencia en la Taconera, la de Navarrería, y la de la trasera de Conde de Rodezno. Además, se han repartido por los barrios otras fuentes en funcionamiento, 32 en total, con el criterio de "intentar conjugar lugares estratégicos o concurridos, con zonas más protegidas para las heladas". Desde marzo, el resto están abiertas.
al día se hacen 6 muestreos
Calidad óptima. Los inspectores del área de Sanidad realizan cada día seis muestreos de fuentes de la ciudad elegidas al azar por un sistema informático. Es una tarea continua, para la que el Ayuntamiento de Pamplona cuenta con cinco inspectores, y que se incrementa además en los meses de verano, cuando las fuentes de los colegios, por ejemplo, están inoperativas. "El análisis es de dos tipos, por un lado de los componentes químicos, y, por otro lado, de los componentes bacteriológicos", indican desde Sanidad Ambiental, que añade que la de Pamplona es un agua con una calidad "óptima o muy óptima, y las posibles deficiencias que encontramos son porque le meten un palito y ello puede alterar o contaminar la calidad del agua". Respecto al sabor del agua, indican que "el sabor a hierro puede depender de que la fuente haya tenido poco uso" y "cuando sale blanca es porque la presión es excesiva", precisan desde el servicio.
Iniciativas ciudadanas. Un grupo vecinal pidió recuperar la fuente de la Teja en Lezkairu, y también ocurrió lo propio con fuente del Hierro, reabierta recientemente. La fuente de Descalzos se rehabilitó gracias al impuso del colectivo Iturri Taldea.
conservación "Es más fácil que pongamos más fuentes que quitarlas"
Desde el área de Conservación Urbana, se indica que "es más fácil que pongamos fuentes nuevas que que quitemos algunas. En ocasiones, sí se suprime alguna que esté muy cerca de otra, y también en urbanizaciones nuevas, porque el que las diseña plantea muchas, 15 o 20, y hay que quitarlas porque no hay necesidad".
80
Al año se reciben en torno a 80-100 quejas y sugerencias al Ayuntamiento relacionadas con las fuentes.