Por sorteo. Así le tocó al estellés Paco Ciordia vivir uno de los episodios más serios y duros de su vida. La guerra en Sidi Ifni. Una contienda que enfrentó a España con Marruecos en 1957 y 1958 por el control de la ciudad de Ifni, que en ese momento era un protectorado español anhelado por las tropas marroquíes. En una España que vivía en plena dictadura, fueron muchos los chavales a los que les mandaron a hacer la mili en mitad de este conflicto bélico. No tuvieron opción.
Con la intención de recoger sus emociones, experiencias y sentimientos, el fotógrafo documentalista Javier Falcó presentó ayer en la ciudad del Ega un interesante trabajo que narra las vivencias de Ciordia. “No es un documental sobre la guerra, ni sobre política, ni sobre el ámbito militar. Son las vivencias de Paco que con 21 años lo que tiene en su mente son sus planes familiares, pero se ve en la tesitura de que el Estado le obliga hacer un servicio militar en una zona en conflicto. Es una guerra que él no ha escogido, ni quiere ir, ni puede no acudir”, explica el director de este documental, titulado Memorias de Sidi Ifni, que dura 15 minutos.
Paco Ciordia señala que este episodio ya lo tenía “olvidado y perdonado” pero que tras la propuesta de Falcó ha vuelto a recordar lo ocurrido. “Yo no me esperaba tanta repercusión”, asegura tratando de disculparse por su protagonismo.
áfrica Todo comenzó cuando se rifó el destino de su mili. “Me tocó ir a África sin saber que era a Sidi Ifni”, indica Ciordia. No obstante, antes de llegar al protectorado, el grupo pasó un mes de formación en Canarias, en un acuartelamiento en un pueblo llamado Taco, en Santa Cruz. De ahí fueron a Sidi Ifni y en el primer día ni él ni sus compañeros fueron muy conscientes de la situación. “La guerra ya había empezado pero al llegar allí no lo parecía. Cuando fuimos al cuartel nos dieron la cena y nos organizaron. A la mañana siguiente nos llevaron en camiones a la montaña, ahí estaba el jaleo. En ese momento nos dimos cuenta de todo”, explica Ciordia, que estuvo incluido en la sección Tiradores de Ifni número 1.
Su labor fue la de permanecer en el monte Buyarifen y hacer guardias para repeler cualquier posible intento de avance del Ejército de Liberación Marroquí. “Dormíamos en el monte, en una guerra no hay descanso. Yo no sé el tiempo que pasé allí, unos cinco meses. Los trepadores hacían trincheras y había puestos de escucha. Allí teníamos que bajar dos horas cada uno y teníamos que estar preparados para lanzar explosivos”, indica.
Este estellés nunca tuvo que intervenir en el conflicto de forma activa. “No he tirado un tiro contra nadie. Cuando estábamos en el puesto de escucha si avanzaban había que lanzar una granada pero no hizo falta nunca. No me tocó tirar, estar en la guerra sí, la vi, estuve rodeado de granadas de mano y de armamento, pero por suerte nunca he matado a nadie, ni me mataron a mí”.
Eso sí, el estellés recuerda que en muchas ocasiones pasó miedo y no olvida cuando estando en el puesto de escucha temió que llegase el momento de intervenir. Como explica en el documental, todavía recuerda los resplandores a media noche, el sonido de los disparos en las trincheras y de aviones sobre su cabeza. “Eran las horas más dramáticas”. Incluso un mortero, que cayó muy cerca suya, hirió a cuatro de sus compañeros.
Tras cinco meses en el monte, el estellés fue llamado al cuartel, donde lo destinaron a la carpintería. “Era muchísimo mejor, hacíamos servicios pero ya no de guerra”. Este estellés recuerda que cuando pasaron los 23 meses de servicio, un alto cargo le propuso quedarse voluntariamente porque querían construir un edificio para suboficiales. “Le dije que si me obligaba me quedaba, pero que si no, no. Y me volví”.
Falcó, que ha incluido en el documental imágenes del Nodo y de la Filmoteca Nacional, explica que con su trabajo pretende generar una reflexión. “La guerra es una masacre entre personas que no se conocen a costa de las que se conocen -en referencia a los dirigentes- pero no se masacran. Hay una cosa de Paco que me ha encantado y es que no ha guardado rencor hacia los otros y a pesar de que se les instrumentalizaba para que los odiasen, les aprecia. Nos da una lección de humanidad”.
De hecho, Ciordia incide en que su participación en el documental es un homenaje póstumo a todos los fallecidos allí. “A los de los dos bandos, les mando todo el cariño. Fue una guerra absurda, como todas”, relata. Hubo más navarros como Ciordia. Por ejemplo, su primo José Ciordia García y otro estellés, José Luzuriaga. Ambos ya han fallecido. “Me hubiera encantado poder haber relatado esta historia entre los tres”, añade.
minimizada Esta guerra fue silenciada por el régimen franquista, tal y como indica Falcó. “No se conoce, mucha gente desconoce que Ifni fue la provincia española número 48, evidentemente fruto de un colonialismo injusto. Fue una guerra que desde la dictadura franquista se intentó minimizar, silenciar e incluso vincular a un complot comunista que no tenía ningún sentido. En las filas españolas hubo 300 muertos, 500 heridos y más de 80 desaparecidos y ni salía en la prensa”, señala.
El objetivo es que este proyecto se complete con otro documental en el que un miembro del Ejército de Liberación Marroquí relate su experiencia e incluso, si fuera posible, reunirle con Ciordia. “Si lo conseguimos estará bien y si no, este documental es un trabajo en sí mismo”, indica Falcó.