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El peatón gana la calle

Diez años después de la peatonalización del centro, a la que se añadió la de algunas calles del Casco Viejo como Mercadal y Carnicerías, el Ayuntamiento acomete ahora esta medida, en dos fases, en algunas de las zonas más emblemáticas.

El peatón gana la calle

la peatonalización del centro de Tudela en el año 2003 abrió gran parte de la ciudad al peatón, al margen de los desfases económicos en el coste y los errores en su ejecución. Lugares tan emblemáticos como Herrerías, Carrera, plaza Nueva o Yanguas y Miranda pasaron a ser propiedad de los tudelanos de a pie. Sin embargo, cuando se realizaron aquellas obras no se pensó demasiado en por dónde desviar el tráfico y hoy en día el Casco Viejo sufre en parte aquella imprevisión. El Ayuntamiento y la recién creada Mesa del Casco Viejo han decidido seguir ganando espacio al peatón, ampliando el espacio para caminar sin la presencia de los coches. La esperanza es que con esta medida crezca también la actividad comercial y la recuperación de las calles en esta zona.

dos fases El centro del Casco Viejo de Tudela será peatonal antes de que llegue y en una segunda fase, que se prevé realizar el año que viene, se podrían añadir a esta medida otras calles en torno a la plaza Vieja como Caldereros, Portal y la plaza Yehuda Ha Leví, si bien esta segunda fase está en estudio y se definirá en función del resultado de la primera. Entre las calles en las que se cortará el tráfico antes del verano se encuentran Verjas, San Julián, Higuera, Tornamiras, Merced, Horno de la Higuera, plaza de la Vida, plaza de San Jaime, Cárcel Vieja y Rúa. Para ello se empleará un sistema de lector de matrículas de los vecinos que hará que baje el pivote que impida el paso de los vehículos.

Aunque el Ayuntamiento aún debe perfilar diversos detalles de la actuación, la intención sería que hasta las 11.00 los pivotes estuvieran bajados para permitir el acceso a los vehículos de servicio para carga y descarga. En el listado de matrículas permitidas para el acceso a esas calles se encontrarían no sólo los vecinos sino también coches de policía, bomberos y ambulancias. Pese a ello, la plaza de la Vida seguiría empleándose como aparcamiento para los vecinos de la zona, mientras que Yehuda-Ha-Leví se estudiaría más adelante (entra en la segunda fase).

Así lo dieron a conocer el concejal de Urbanismo, Daniel López (TP) y la de Bienestar Social y teniente de alcalde Marisa Marqués (IE) a vecinos, grupos municipales, colectivos, comerciantes, peñas y asociaciones que están ubicadas en esta zona de la capital ribera.

la medida Tras la reunión, López explicó que “la peatonalización del centro del Casco Viejo es un hecho. Hemos definido la situación actual y la propuesta es que se haga de manera paulatina porque Tudela tiene problemas de tráfico y lo hemos planteado en dos fases”. Así, la primera se acometerá en breve puesto que ya hay presupuestos para instalar los pivotes, que tendrán un sistema de lectura de matrículas que permitirá identificar a los vecinos que se hayan dado de alta. “Es mejor y más seguro este sistema porque se evitan duplicidades de mandos”, señaló el concejal.

Durante los próximos diez días, los asistentes a la mesa de ayer presentarán sus observaciones y propuestas al respecto y a partir de ese momento se sacará a licitación. El coste de colocación de estos pivotes podría rondar entre los 10.000 y los 20.000 euros y, si funcionaran bien, se podría ampliar a las otras calles ya peatonales. “La segunda fase (en torno a la plaza Vieja y Caldereros) la estudiaremos con los vecinos y veremos qué propuestas nos hacen porque aún hay que delimitarla”, indicó López.

La idea del equipo de gobierno es tener un Plan de Acción Integral sobre el Casco Viejo de Tudela. De esta forma, la puesta en marcha de la peatonalización llevará consigo un trabajo de mejora de las calles, arreglo de adoquinado, embellecimiento, retirada de pivotes para la circulación, colocación de papeleras, etc. “Hemos dividido la ciudad en distritos y el primero sobre el que se va a actuar es el Casco Antiguo”, añadió.

opiniones Bares, vecinos, comercios, peñas... A nadie se le escapa que el Casco Antiguo no es sólo una denominación urbanística, ni un espacio exclusivamente turístico. En sus edificios vive y trabaja una parte de la Tudela que durante años ha sido, paradójicamente, dejada a un lado mientras se expandían las urbanizaciones periféricas.

El anuncio de la primera fase de la peatonalización ha provocado reacciones algunas de las cuales podrían ser incorporadas en la mesa de trabajo. Las opiniones de los vecinos y afectados, por tener locales en estas calles, muestran el apoyo, el rechazo o las dudas ante la medida. Son parte de lo que el concejal de Urbanismo denominó “casuísticas” y abarcan una amplia paleta de grises, que los hay, entre el blanco (a favor al cien por cien con la peatonalización) y el negro (en contra).

En la parte más favorable, la del apoyo sin reservas a la medida, está por ejemplo María Ángeles Balaguer, propietaria del bar La Fuente y vecina de la calle Las Verjas. “Para mí, la medida es perfecta. Vivo en Las Verjas y los coches pasan a todas horas y a toda pastilla por un espacio estrecho, no planeado para el tráfico de vehículos. Tiembla la casa. Me parece genial la peatonalización como vecina”, aseveró. En cuanto a los efectos sobre su negocio, en la plaza de San Jaime, pidió que “se ajusten los horarios de entrada para los proveedores porque a las doce del mediodía todavía hay camiones haciendo el reparto en esta zona y cerrar a las once me parece muy temprano”.

En el extremo contrario, se encuentran las hermanas Lucía e Inma Pérez Reina, cuya peluquería de La Rúa lleva 35 años funcionando. “Es indignante. Comemos de clientas de toda la vida de avanzada edad que vienen del barrio, de la Azucarera o incluso de otras localidades y que tienen 82, 86, 92 años... Las familias las traen en coche y las dejan en la misma puerta. Para ellas y para nosotras esto es muy injusto, nos va a hacer polvo. Pensamos que la peatonalización solo favorece a los bares, sirve para que saquen terrazas. ¿Por qué no se cierra el tráfico sólo los fines de semana, por ejemplo?”, se preguntaron.

En la misma calle, unos metros más arriba, la dueña del estanco número 4 de Tudela, Ana Carmen Vidorreta, se debatía en los grises. De acuerdo con la peatonalización, a Vidorreta le inquietan algunas cuestiones. “No acabo de tener muy claro cómo nos vamos a organizar con los proveedores porque la ruta del reparto de tabaco, que se hace cada diez días, no tiene un horario fijo. No sabemos nunca a qué hora puede llegar el repartidor, lo mismo son las ocho de la noche que las cuatro de la tarde. Me parece muy bien la peatonalización, eso es cierto, pero no puedo decir que sea algo perfecto. Creo que tiene puntos muy ventajosos, pero con muchos grises que tendrían que aclararnos. Espero que limen muy bien aspectos concretos de horarios y los tengan en cuenta para los negocios”, pidió.

En otros establecimientos, que prefirieron no manifestarse de forma pública, apuntaron otras consideraciones: “La gente en Tudela tiene mentalidad de coche, eso es así. Ojalá todo el mundo fuera a los sitios andando. El problema no es tener un comercio en una zona peatonal sino la falta de aparcamientos para clientes y a una distancia razonable. La gente ni quiere andar ni quiere pagar parking. ¿Qué hacemos entonces nosotros”, se preguntaron.

en corto

l Presupuesto 2016. El presupuesto municipal aprobado este año registra una partida de 25.000 euros para la peatonalización.

l En el acuerdo. La medida

aparecía en el acuerdo firmado por los tres partidos (Izquierda-Ezkerra, Tudela Puede y PSN) el pasado mes de junio de 2015.

l Ayuntamiento. Uno de los temas a estudiar para la segunda fase es el hecho de que la casa consistorial se queda en zona peatonal.

20.000

Euros. Es el presupuesto máximo que se prevé para realizar la peatonalización.