altsasu - Les gusta correr por la montaña y si es en compañía, mejor. Por ello, cuatro mujeres de Altsasu han creado un grupo de running

Las cuatro forman parte del grupo de atletismo de mujeres de Sakana, una escuela impulsada por la Mancomunidad con Mikel Lakuntza y Aitor Mozo como monitores. “Un día a la semana nos sabía a poco y empezamos a ir a kedadas de mujeres para correr que hay en Pamplona”, recuerdan. “Con el lujo de montes que tenemos, pensamos en organizarlo aquí y abrirlo a otras personas”, añaden.

Así, acudieron a Pello Bergara, un veterano korrikalari de Altsasu siempre dispuesto a echar una mano. Además, conoce como pocos los montes de la zona. Le encantó la idea y el domingo siguiente ya estaban corriendo por Arania-Sarabe. Después lo han hecho por Balankaleku, Sorozarreta y Orobe, entre otros términos y tiene planeado ir por Santa Marina y Txurruko Punta, entre otras. “Vivimos en una zona privilegiada que da mucho juego”, apunta Pello Bergara.

Estas cuatro chicas, de entre 52 y 34 años, animan a otras mujeres a unirse al grupo. Al respecto, inciden en que se adaptan a los ritmos de todas. “Las que quieren más caña, suben y bajan, saliendo a nuestro encuentro”, apuntan. Es el caso de Ginesa López, que se estrenó hace unos días en carreras por montaña en la Lakuntza-Aralar Mendi Lasterketa. “Correr por el monte es mucho más divertido y menos duro para las rodillas. Hay que ir pendiente del suelo, adaptándose al terreno”, apunta.

No obstante, la mayoría corre sin reloj. “Es importante aprender a escuchar el cuerpo y correr al ritmo de cada uno, sobre todo en las subidas. Ir sumando kilómetros con prudencia”, observa Pello Bergara.

Correr está de moda. Cada vez hay más personas que participan en carreras y también son más las noticias de personas que mueren durante las pruebas. Y es que el hambre de devorar kilómetros sin ningún tipo de control también puede conllevar muchos problemas. Lo cierto es que correr tiene mucho de afán de superación, una lucha con uno mismo para alcanzar una meta. “El monte te pone en tu sitio”, observa Jone Pelaez, una experimentada corredora con muchos kilómetros por montañas recorridos.

Así, estas korrikalaris señalan la importancia de escuchar el cuerpo y gestionar las sensaciones. “Las pruebas de esfuerzo son buenas, y algunas vez nos las hemos hecho, pero son caras”, apuntan.

Las salidas son de unas dos horas. Quedan pronto, a las 8.30 horas en la plaza de Los Fueros, para que tengan el resto del domingo para hacer lo que quieran. “Antes corríamos sobre todo en asfalto y algo de monte, siempre por los mismos sitios porque no conocíamos otros. Ahora estamos descubriendo lugares preciosos. Además Pello nos dice los topónimos y nos lleva a lugares curiosos y con historias”, destacan.

Más allá del deporte, este grupo tiene un objetivo social. “Correr es compartir y potencia al autoestima. Es una vía de escape para los problemas diarios”, aseguran. “Te ayuda a relativizar los problemas. Corriendo ordenas las ideas y te aporta una visión más positiva. Es como una terapia”, señala Jone Pelaez. “Si vas con un problema de casa, cuando vuelves lo ves de otra manera”, abunda Ginesa López. Asimismo, destacan que corriendo se forjan amistades sinceras. “Se establece una relación más íntima con la gente, empatizas con ella”, señalan.

Los beneficios a nivel físico también son muchos. Tonifica los músculos y ayuda a controlar el peso. También a mejorar el sentido del equilibrio, sobre todo cuando se corre por un terreno irregular. Incluso mejora la textura y el tono de la piel, según dicen. Lo cierto es que son muchos los que han escrito sobre los beneficios de correr. Hasta Haruki Murakami, uno de los escritores más prestigiosos y leídos en la actualidad, escribió De qué hablo cuando hablo de correr, una reflexión de más de 200 páginas sobre la influencia del deporte en la vida.