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Guía de Alta Montaña, de pasión a profesión

El gallego Josito Romay, afincado en Leranotz desde hace ocho años, ha puesto en marcha su nuevo negocio como Guía de Alta Montaña

Guía de Alta Montaña, de pasión a profesiónPATRICIA CARBALLO

leranotz - Cada vez son más los valientes que se atreven a emprender su negocio desde un pequeño pueblo. Uno de esos audaces se llama Josito Romay, un gallego que vive en Leranotz (Esteribar) y que se ha lanzado a convertir su amor por la montaña en un medio de vida.

Desde los 13 años descubrió que su pasión no estaba en la alta mar, como regía la tradición familiar marinera, sino entre las montañas. En su ciudad, La Coruña, se inscribió él solo en el club de montaña del barrio. “Empezamos a hacer travesías, a escalar... hasta que de pronto te ves metido de pleno. Pero con esa edad nunca me había planteado trabajar como guía”, expresa. Y es que a diferencia de Francia, en donde la carrera de guía de montaña tiene mucho prestigio y cien años de trayectoria, en el Estado la titulación de técnico deportivo en alta montaña es relativamente nueva, ya que lleva reglada solamente desde el 2000 impartiéndose en tres centros: Durango, Benasque y Pobla de Segur.

Con la cabeza puesta en las alturas, decidió encaminarse hacia el Pirineo Aragonés, pero las circunstancias de la vida le pararon en Navarra, donde conoció a su pareja, Pilar, con quien convive en Leranotz, junto a sus hijos, desde hace 8 años. Tras haber trabajado en diferentes empresas, hace un lustro decidió tomárselo en serio y realizar la formación de Guía de Montaña en Durango. Una decisión de la que no se arrepiente para nada. “Es muy duro porque se ofertan pocas plazas y primero tienes que pasar unas pruebas físicas para poder matricularte. Pero es importante porque la gente que te contrata sabe que está ante un profesional. No es lo mismo estar tres años formándote para enseñar a los clientes que irte con tu amigo a hacer una actividad”, asegura.

MÁS QUE UN GUÍA Como guía de alta montaña, Josito está especializado en esquí de travesía, escalada en roca, escalada en hielo, alpinismo y travesías, además de que ofrece actividades de iniciación a cualquiera de estas modalidades. “Ser guía es tener la capacidad de llevar a una persona que te contrata para hacer una ascensión o travesía de una forma segura y con más posibilidades de éxito que si vas con un amigo”, destaca.

Pero lo cierto es que muchos se acaban convirtiendo casi en amigos. Contratar a un guía de montaña es contratar a un acompañante las 24 horas del día y cuando las etapas se alargan varios días, es inevitable hacer buenas migas. “Cuando llegas a una cima, te alegras más por ver lo feliz que están ellos. La gente a la que le gusta el monte es gente súper maja y del 98 % de las salidas, te contrata un cliente y te vienes con un buen amigo”, confiesa.

Hasta ahora, ha acompañado a grupos de todos los niveles y modalidades. Entre otras, ha realizado cursos de iniciación al esquí de travesía en el valle de Tena, cursos de alpinismo en Peña Ubiña, Bielsa, el corredor de Swang o el Aneto y otras travesías. Pero está abierto a cualquier actividad en la Cordillera Cantábrica, Pirineo Oscense y, quien sabe, en los Alpes.

De hecho, en Navarra cada vez la gente aficionada a la Montaña es más consciente de la necesidad de contratar a un guía. “En Navarra hay mucha afición y yo noto que poco a poco cada vez hay más interés en contratar guías para ir al monte de una forma segura. Aunque estamos a años luz de Francia. Allí un guía está valorado como aquí un médico”, reconoce.

Uno de los mayores miedos de Josito al hacerse guía era cansarse del monte y sentirlo como un trabajo más, pero nada más lejos de la realidad. “Cada vez que subo a un monte, es como si fuera la primera vez. Es imposible aburrirse y saturarse de naturaleza”, confiesa, añadiendo que en cuanto termina de trabajar, al día siguiente ya tiene ganas de ir a escalar.

Entre sus favoritos está la zona de Ordesa, para escalar en roca, y Gavarnie, para hacer alpinismo. “Me gusta lo grande, ver la inmensidad y sentirme pequeño”, sonríe mientras habla de la meca del alpinismo, Chamonix, en los Alpes. Sin embargo, no siempre es viable escaparse a estos lugares a entrenar, así que experimenta haciendo bloque en Ilurdotz (Esteribar) o practicando en Etxauri. “Navarra es la bomba, además que no llueve tanto como en Galicia. A mí ya no me arrancan de aquí”, añade entre risas el gallego.

CONCILIACIÓN Con el apoyo de Cederna Garalur, Josito ha podido poner en marcha su sueño de ser guía de montaña y lo ha plasmado en su web guiasdemontaña.net, donde cuelga fotografías de sus últimas salidas y donde expone toda la información de su carrera profesional. “Es un paso difícil porque no sé si me dará para vivir, pero yo creo que es un paso bueno en el que tarde o temprano recogeré los frutos. No quiero lucrarme, sólo quiero tener un sueldo digno disfrutando de mi trabajo”, apostilla. A la incertidumbre del salario, además se le añade la dificultad de compaginar la vida laboral con la familiar, ya que los contratos como guía suelen ser durante los periodos festivos. “Por el contrario, puedo estar de lunes a jueves en casa. Yo soy el que gestiono mi tiempo y decido las actividades que hacer, para mí eso es muy importante”, explica.

Por lo pronto, ya va cumpliendo poco a poco su sueño y parece que los clientes están encantados.