- Los departamentos de Hacienda y Administración Local del Gobierno de Navarra analizan las consecuencias que tiene para los ayuntamientos navarros la reforma de la plusvalía aprobada ayer por el Consejo de Ministros y la necesidad de “adaptar la actual norma foral en el sentido indicado por el Gobierno estatal”, aseguraron ayer fuentes del departamento de Cohesión Territorial. La FNMC también está a la espera de tener una reunión con el Ejecutivo para valorar el nuevo escenario legal que se produce tras la anulación por parte del Constitucional del impuesto al no reconocer la plusvalía real. La reforma del impuesto de la plusvalía municipal permitirá al contribuyente elegir si paga por la ganancia real o por la resultante de aplicar el sistema objetivo, y estará exento de pago cuando la venta de un terreno o inmueble no reporte ganancia alguna (extremo que ya se aplica en Navarra). De esta forma, el contribuyente podrá reclamar que se le aplique la plusvalía real si la diferencia entre el valor de trasmisión y el de adquisición es inferior al resultante de la estimación objetiva. En el cálculo objetivo se sustituyen los porcentajes anuales aplicables sobre el valor catastral del terreno por unos coeficientes máximos, en función del número de años transcurridos desde la operación. Los ayuntamientos tendrán competencia para rebajar esos coeficientes, en tanto que también podrán rebajar hasta un 15% los valores catastrales para garantizar que el tributo se adapte a la realidad inmobiliaria de cada municipio. Por este método, la base imponible del impuesto será el resultado de multiplicar el valor catastral del suelo en el momento del devengo por los coeficientes que aprueben los Ayuntamientos. Los coeficientes máximos van desde el 0,13 cuando haya transcurrido un año entre la compra y la venta hasta el 0,45 cuando hayan pasado 20 años o más.