Por un lado la Nacional 7110 dirección Elío, Etxarri y Puente la Reina. Por el otro la NA-700 camino Estella. Y en la intersección una escultura de buen porte de una virgen. En su regazo descansa el niño Jesús, y con la mano derecha levanta una señal de circulación. Forjada en hierro puede leerse la inscripción: "Virgen del Stop, ruega por nosotros". Merece la pena detenerse en esta curiosa advocación, con medio siglo de historia en la carretera que atraviesa Etxauri.

La actual escultura adorna desde 1975 el entorno de un pequeño merendero a la salida del pueblo. Pero la virgen nació en 1970. Se la sacó de la manga don Ambrosio Eransus, el párroco inventor de esta Virgen del Stop. "Es exactamente cierto. Ahí he estado tres años, el día de la virgen de agosto, cuando instalé en la cuneta de la carretera en la parroquia de Etxauri, kilómetro 13 de Pamplona, una imagen románica que estuviera en el suelo, es decir, al contacto con los ambulantes, con los que van pisando el asfalto de la carretera", decía en febrero de 1974 el cura, ya fallecido, en una entrevista de Radio Nacional de España.

Eransus explicaba que le costó "bastante triunfo lograr del episcopado español la aprobación para esa nueva advocación del Stop, por esa palabra extranjera". Lo consiguió.

Un alpine en las alturas:

Desde entonces existe en Etxauri la Virgen del Stop, rogando por nosotros. Primero fue una figurilla de piedra ahora sobre una peana en las escaleras de acceso al coro de la Iglesia. "Era muy pequeña. Pusieron una barandilla de hierro forjado, como un pasamanos en triángulo, y en medio unas rocas con la virgen dentro, como si estuviera en una cueva", dice Mari Mar Sánchez, concejala del Ayuntamiento de Etxauri. Aunque era muy niña recuerda bien a esa primera virgen, en la trasera de la carretera "entre una torre de piedra y la iglesia".

Lo que no tiene muy claro Mari Mar es porqué a Eransus "le dio por poner una Virgen del Stop. Creo que ya vino al pueblo con esa película y dijo, 'pues aquí la voy a plantar'". Aporta otra curiosidad: junto a la virgen el párroco colocó un pilar y en su cima un vehículo de la marca Alpine. "Se veía la imagen de la virgen y luego un coche subido en un pilar. Muy original", recuerda Mari Mar.

El carné del conductor:

Con la advocación se fundó también una Hermandad que pagaba una cuota anual de 100 pesetas, "y el último sábado de octubre se celebraba una misa por todos los conductores fallecidos en carretera. Luego la cosa ya fue a menos, no se hacían ni misas ni nada de nada", explica Mari Mar. Virgen, Alpine sobre un pilar, hermandad... y un carné del conductor. "Espera y aguarda: La carretera es camino del motor. Sin prisa; ya llegarás. Confía seguro. Motor en revolución; mano en el volante y... una oración en tu corazón. Reza. Date cuenta y aguanta el embrague con el pie". Así dice el documento -"Para ti, conductor"- que ideó Eransus junto con la talla, tarjetas de las que debió de imprimir unos 400.000 ejemplares según confesó en la entrevista de Radio Nacional.

El carné de la hermandad ofrecía seis pautas de comportamiento que se reproducen a continuación: 1- "El día sin accidentes en carretera, un acto religioso. ¿Cuál? El que tú quieras". 2- "Lleva, en tu vehículo, la imagen de la Virgen". 3- "Guarda el Stop y evita el exceso en la velocidad". 4- "Si alguna vez quebrantaras una disposición del Código de Circulación, te impondrás a ti mismo, una multa, que, tú, darás a un necesitado". 5- "El día 3 de noviembre se celebrará, en Echauri (Navarra), un funeral por todos los difuntos en carretera, durante el año. Dirigirás, al Señor, una oración a esta intención". 6- "En caso de colisión; evita la irritabilidad, el insulto, la palabra soez".

"Que lleven una idea de Dios en el volante":

De regreso a la entrevista de 1974, el párroco explicaba que el carné servía "para que lleven una idea de Dios en el volante y una idea de la responsabilidad de su alma inmortal. Pero lo fundamental en mí es que al final pongo una fe cristiana que me interesa que se firme". Una firma, añadía, que no comprometía a nada: "Más bien es un acto de fe. Y como para Dios todo es presente, esta firma dice así: Acepto la muerte en la de Cristo, quiero morir así, perdonado de Dios, perdonando a todos y pidiendo perdón. Así lo firmo", explicaba el cura. ¿Un acto de fe por su acaso no nos diera tiempo en una trágica circunstancia?", preguntaba el entrevistador. "Precisamente, sí", respondía Eransus.

"Repique alegre de campanas"

El monumento que hoy controla el tráfico con las peñas de Etxauri como testigo mudo se inauguró cinco años después del original y costó 25.000 pesetas, según consta en los registros de la iglesia. "En la inauguración hicimos danzas y todo... fue espectacular. Pero como todo va en declive, ahora ese merendero está un poco abandonado, aunque el vecino Santos Monreal se encarga de adecentar el lugar", dice Mari Mar.

La llegada de la nueva virgen debió de ser todo un acontecimiento. Entre otras cosas, porque a la luz divina de la advocación le acompañó otra más terrenal: el estreno del alumbrado público en el pueblo. "Entre la virgen y el alumbrado fue el no va más", comenta la edil.

También la primera virgen tuvo su resonancia. Las crónicas de aquel 15 de agosto de 1970 hablan de un "repique alegre de campanas" en Etxauri. "Comenzó bien el día de la Asunción. Una pequeña recibía las aguas bautismales y el nombre de la virgen. Ella sería madrina de la ceremonia que tendría lugar después. El pueblo cantaba bien entonado. Luego acompañaría a don Ambrosio, al párroco, para procesionalmente llegar hasta la misma carretera, donde se alza un sencillo monumento a una Virgen guapa: La Virgen del Stop", escribía José Luis Larrión A. Describía a Eransus como alguien "quisquillosamente impaciente". Un párroco que seguía "alegre el camino nada fácil de su ministerio" y en misa "parecía hablar a chicos con verdades para hombres".

En bandeja de oro y plata...

"Como dijo ese curica ahora párroco de Echauri, el andante, bien sea a pie, o llevando en sus manos la fuerza de un tractor, la rapidez de un utilitario o el volante de una bicicleta, alpinista del huso, montañero, devoto de la Ermita de San Quirico, perdida entre rocas de ese escondido Sarbil, "scouts" o veraneantes, y -yo agregaría- cazadores y "ramplones" de "hollagas" en busca de caracoles, puesto que para todos reza, ahí tenéis, en bandeja de oro y plata, ésta Virgen del Stop que tan bien encaja en este mundo de ajetreo, de velocidad, de locura... Stop", finalizó el cronista Larrión.