Corren tiempos modernos y la vejez de ahora no es como la de antes. La edad es algo muy relativo -dicen que tiene que ver más con el espíritu que con los años-, y es que las costumbres han cambiado mucho. Incluso lo de compartir piso, que antes parecía algo reservado exclusivamente a la juventud, ha ido evolucionando hacia conceptos como el coworking -se comparte el espacio de trabajo- o el coliving -además de espacio de trabajo, convergen las aficiones en zonas comunes de un mismo hogar-. Porque también ha cambiado el concepto de vivienda y después de un confinamiento hay quien se ha dado cuenta, entre otras cosas, de que no le interesa vivir solo o sola.

"Hay mucha gente que, por un motivo u otro, puede estar en una casa que se le está cayendo encima. Que no quiere estar sola y, a pesar de tener cierta edad, se encuentra bien y tiene inquietudes artísticas, dinámicas, vitales... Quiere hacer cosas, y no terminar en una residencia conviviendo con multitud de gente desconocida", explican Ana Nagore y María Arguiñano, vecinas de Pamplona y del Valle de Egüés, respectivamente. Amigas "de toda la vida", siempre han tenido inquietud por los temas sociales y, tras muchos años trabajando en torno a los cuidados y el acompañamiento han encontrado una alternativa de lo más novedosa, porque su "casa con apoyos", un nuevo concepto de coliving para personas mayores, es "pionera en Navarra" y "la única del Estado con estas características".

Villa Mutilva cuenta con 7 habitaciones, una de ellas doble, todas con su aseo y balconcito en un entorno privilegiado en el que reinan la calma y la tranquilidad. En el Valle de Aranguren, cerca del entorno de Mugartea y con la parada de autobús en la puerta de casa, sirve de respiro y pulmón para el descanso pero también para el ocio.

"Es un concepto nuevo, tiene que ver más con combatir la soledad a ciertas edades. Personas que se han quedado viudas o que no se hacen a vivir solas, que no tienen ganas de cocinar, porque para ellos solos para qué... Estar en compañía ayuda a evitar que se dejen. Se mantienen activos, y aquí además se va a cuidar mucho la alimentación", apuntan las promotoras, que explican que con los usuarios vivirá una persona interna (ellas estarán de apoyo externo) y habrá "una supervisión de menús aunque ellos y ellas podrán hacer su comida si quieren. Van a tener las llaves, la libertad es mucho mayor que en una residencia porque va a ser su casa, su hogar. El espacio es diferente y el trato también: si alguien se pone malo, la convivencia es entre compañeros, te ayudan. No te encierras en la habitación a esperar a que pase la enfermera por la mañana. Es como una familia", valoran.

Ellas se encargarán de conseguir esa "cohesión de grupo" en unas instalaciones que cuentan con tres pisos -un ascensor interno los comunica-, sala de lavandería y un jardín en el que podrán trabajar su huerta en un lugar que, antaño, sirvió de refugio para las monjas de San Pedro como convento de clausura. Despojado ya de todas las barreras y celosías, la antigua capilla será la sala multiusos en un espacio "dinámico, porque habrá actividades para que se mantengan activos y activas".

Nagore y Arguiñano, que trabajan en Espacios Medialuna -alquiler de salas para diferentes iniciativas- han decidido enmarcar este proyecto en la Fundación Mayúscula, en la que están trabajando para combatir el aislamiento social. "Es una idea para estas nuevas generaciones que son muy diferentes a las anteriores, a las que les daba más miedo relacionarse, salir. Ahora somos más valientes, nos relacionamos con más libertad, con más respeto. Representa un cambio de visión importante, no es sólo paliar la soledad, también es tener una buena relación, hacer cosas juntos, compartir. Y atreverse: no quedarse solo en casa y apostar por una vida activa", dicen.

Con un precio de 2.600 euros mensuales, quieren abrir de cara al verano y estos meses comenzarán con entrevistas (las personas interesadas pueden contactar con ellas en el 649 047 041 o en espaciosmedialuna3436@gmail.com), concertando citas, enseñando el hogar en el que encaja este nuevo concepto de familia conformada por miembros de entre 65 y 85 años. "Una opción de vida diferente para quienes tienen ganas de compartir no sólo su vida sino también sus aficiones o inquietudes. Para quienes quieren mantenerse activos y en compañía".