- En lugar del final de las fiestas, la jornada de ayer jueves adelantó la celebración del habitual mercado semanal para acortar así los actos festivos que este año no se celebraron en las no fiestas de 2020. Un fin de fiestas que deja un sabor agridulce. Por un lado, por la buena actitud de los vecinos y vecinas de Estella-Lizarra y, por el contrario, por la imposibilidad de vivir los momentos festivos que cuentan con una profunda tradición en la ciudad.

En este sentido, el alcalde, Koldo Leoz, destacó que las fiestas hubieran transcurrido con "tranquilidad". Algo en lo que coincidieron las tres fuerzas del orden (Guardia Civil, Policía Foral y Policía Municipal). Leoz destacó también la actitud de la juventud que "a pesar de estar en el disparadero ha demostrado estar a la altura de las circunstancias". Con todo, el alcalde se mostró prudente ante cualquier tipo de consecuencias: "Ahora toca esperar un periodo de 10 a 14 días para ver si se ha podido producir algún contagio". Leoz también destacó el buen papel jugado por la hostelería, "algo que me gustaría destacar porque ha sido muy importante".

Desde Policía Municipal, su jefe, Patxi Martínez, realizó ayer una valoración global de las no fiestas como "positiva". Destacó el comportamiento "responsable y ejemplar" de la mayoría de la ciudadanía. "Pese a las ganas de fiestas hemos visto que la gran parte de la gente ha mantenido buen comportamiento". Con todo, señaló que sí que se habían producido algunos incidentes que "no han empañado el comportamiento general". En este sentido, indicó que, desde el lunes hasta ayer jueves, hubo tres denuncias por no llevar más carillas, otras nueve por incumplir la limitación de ocio en la vía pública y una sin determinar por un acto incívico.

Con la celebración del mercado ayer se puso punto y final a unas jornadas en las que no se pudieron realizar actos tan tradicionales como la multitudinaria despedida de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos al son de las gaitas en la plaza de los Fueros; tampoco el cierre gastronómico del concurso de ajoarriero con el que este año Estella ni siquiera pudo despedir sus no fiestas.