pamplona - Detrás de una vivienda, y de muchas, pero también de algún bar, una farmacia, clínica dental o todo tipo de oficinas, los diseñadores de interiores trabajan para hacer los espacios más amables y atractivos. Y es que a veces no es fácil combinar lo que uno quiere con la arquitectura, el estilo y sus necesidades, mucho menos saber conjugar la psicología ambiental y el diseño para crear ambientes que, más que un lugar, sean experiencias en las que vivir. Pero precisamente de eso es de lo que se encargan ellos y ellas.

Ayer, por primera vez, los alumnos del Colegio Oficial de Diseñadores de Interior/Decoradores de Navarra tuvieron su particular reconocimiento, un premio al esfuerzo que realizan para poder plasmar los contenidos y competencias aprendidas, desplegando todas las capacidades técnicas y habilidades creativas que se reflejarán en un único Proyecto Fin de Estudios. La cita se celebró en el salón de actos de la Escuela de Artes de Pamplona y a ella acudieron miembros del colegio, familiares y amigos. Las premiadas fueron Oihane Zabalegui, Premio Trabajo Fin de Estudios 2019; Ainara Armendáriz, Accésit Trabajo Fin de Estudios 2019; Maite Agarreta, Accésit Trabajo Fin de Estudios 2019; y Mari Carmen León, Mención Especial Trabajo Fin de Estudios 2019.

La selección de los trabajos se llevó a cabo con la colaboración de la Escuela de Artes y el jurado estuvo formado por miembros del Colegio oficial de Diseñadores de Interior/Decoradores de Navarra y profesores de la Escuela de Artes de Pamplona. Durante el acto ayer se celebró una presentación que corrió a cargo del director del centro, Pedro Sorbet Recalde, y contó con el presidente del Colegio Oficial de Diseñadores de Interior/Decoradores de Navarra, Enrique Lizarraga Eraso, quien junto con la Vicepresidenta, Ana Leiza Usurbil, hicieron entrega de los diplomas a las galardonadas.

Tal y como explicaron, la implantación de los Estudios Superiores de Grado en Diseño de Interiores para el próximo curso y la creciente colaboración entre la Escuela de Artes y el Colegio ha propiciado la creación de este certamen, que se celebrará cada año para premiar el esfuerzo de cada nueva promoción de profesionales del Diseño de Interiores y para ayudarles en el inicio de su vida profesional.

Evolución Allá por 1963 comenzaban los estudios oficiales de decoración, aunque no fue hasta 1972 cuando se constituyó el Colegio Nacional de Decoradores, en el que se integran los colegios provinciales, entre ellos el de Navarra. Cinco años después se regularon con carácter facultativo las atribuciones profesionales de los Decoradores y ya en el año 98 la Asamblea de decoradores en Navarra acordó la segregación del Colegio Nacional y presentó su solicitud al Gobierno de Navarra. Después, en el 2000, se constituyó propiamente el Colegio Oficial de Diseñadores de Interior/Decoradores de Navarra, una entidad que aglutina cada vez más alumnos y capaz de crecer no sólo en adeptos sino también en valores.

“Hemos querido salir de la oficina a la calle, que se nos conozca más. Gracias a estrechar lazos con la escuela se ha conseguido que se implante el Grado Superior en Diseño, y es muy importante porque da prestigio a la profesión. Llevábamos 20 años luchando por ello”, reconocía ayer Mari Jose Urrutia, secretaria técnica del centro, que asegura que los premios que se concedieron ayer tienen visos de futuro.

Actualmente hay 60 colegiados y 20 eméritos (jubilados) y se trata de una profesión que está volviendo a resurgir. “La crisis de la construcción fue dura pero antes era una institución más rígida y ahora que hay mucho compañerismo, está más viva. Hemos trabajado con mucha ilusión para seguir hacia adelante”, valoraba. - D.N.