pamplona - La acción de gobierno de Navarra Suma en los 6 primeros meses al frente de la Alcaldía de Pamplona se ha basado en los proyectos e inversiones que puso en marcha el cuatripartito, la mayoría con el voto en contra de UPN, ahora integrado en la coalición de la derecha junto a PP y Ciudadanos.

Algunos son tan relevantes como el concurso de ideas del Paseo de Sarasate, al que al principio se opusieron pero que acabaron incorporando al programa electoral, o las inversiones para el corredor sostenible del Labrit, que UPN no quiso apoyar. Pese a haber criticado hasta la saciedad el Plan de Amabilización, las obras han continuado con normalidad pese a los retrasos y queda por ver el destino final del corredor sostenible de Pío XII, tras las promesas de Navarra Suma de acabar con él para atender las demandas de un grupo de comerciantes y vecinos de la zona.

Los proyectos de movilidad que se van a llevar a cabo en la Txantrea y San Jorge se gestaron durante el mandado del cuatripartito y tampoco contaron con el apoyo de la derecha como parte de las inversiones pendientes de 2019. Los dos proyectos, con algunos pequeños cambios con respecto a los planes iniciales, aparecen en las iniciativas que Navarra Suma ha incluido en la propuesta presupuestaria para el año que viene.

Sucede lo mismo con el proyecto del parque Sur de la Txantrea, una de las pocas iniciativas que UPN destacó del mandato de Asiron; el parque del ferrocarril de Trinitarios, que se terminó este año; la escuela infantil de Lezkairu o la pasarela de Orkoien, todos ellos proyectos gestados durante la pasada legislatura.

El plan para la transformación del grupo Oscoz en la Rochapea -que plantea el derribo del inmueble interior, la creación de una plaza y la rehabilitación del resto de edificios- y de la zona de las casas de Gridilla en San Jorge fueron diseñado por el cuatripartito, como sucede con la implantación de la zona azul en la Rochapea, los derribos en la calle Ferrocarril y de las naves de Argal -que se consumó al inicio del presente mandato después de que se tramitara el expediente durante el anterior mandato- o en la zona del Sadar, todavía sin ejecutar.

casa de las mujeres Más evidente resulta el proyecto de la Casa de las Mujeres, al que UPN se opuso, y cuyas inversiones incorpora Navarra Suma después de que rechazaran las inversiones financieramente sostenibles para 2019.

Esta falta de iniciativas propias del equipo de Gobierno ha llevado a la paradoja de que casi la mitad de las inversiones previstas en los presupuestos para 2020 se correspondan con proyectos que las formaciones del cambio impulsaron durante la pasada legislatura. Ni uno solo de los proyectos que Navarra Suma ha presentado en los 6 primeros meses de legislatura tiene el sello de la coalición gobernante.

Más allá de alguna idea pasajera como la pista de esquí en la vieja estación de autobuses que planteó el alcalde Enrique Maya, la única novedad que ha presentado Navarra Suma en los Presupuestos del año que viene es la reforma en el teatro Gayarre y los 120.000 euros previstos para el nuevo civivox del Ensanche en el solar de Salesianos.

La propuesta para el proyecto del puente de Cuatrovientos, que también aparece en el proyecto presupuestario, es de UPN, aunque en su momento se tuvo que desestimar dado el alto coste de la propuesta inicial. Parecido caso es el del aparcamiento de Santo Domingo, que tanto los regionalistas como el cuatripartito han tratado de impulsar sin éxito antes las trabas que incorpora la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

Con el rechazo anunciado del proyecto presupuestario de Navarra Suma de 2019, el margen para la acción de gobierno del alcalde Maya se va a ver muy limitado y a expensas de las decisiones que adopten las formaciones progresistas. Las inversiones para los proyectos pendientes dependerá de que sea capaz de lograr futuros acuerdos con alguna de ellas, especialmente con el PSN, cuyo alejamiento cada día resulta más notorio.