Pamplona se estaba quedando bastante atrás, pero poco a poco la ciudad avanza en materia de movilidad sostenible. El gran cambio se dio la legislatura pasada, cuando el equipo municipal de Joseba Asiron puso en marcha, entre otros proyectos, el corredor de Pío XII. El carril bici no estuvo exento de polémicas y duras críticas por parte de UPN, como las del concejal Juan José Echeverría, que se refirió al Plan de Movilidad del cuatripartito como "utopías que han conducido a la Unión Soviética, a Siberia, a los campos de concentración y a 20 millones de muertos".

Ahora, Navarra Suma se presenta como el adalid de la movilidad sostenible y ejecuta carriles bici como el de la avenida Bayona y Ejército. A continuación, se confrontan los dos grandes proyectos, el corredor de Pío XII y el de Bayona, se muestran sus diferencias y los comerciantes de ambas vías comentan de qué manera los carriles bicis les ha afectado para bien o para mal a sus negocios.

En un sentido o en dos

La primera gran diferencia reside en la dirección de los carriles bici y en el espacio que se reserva de forma exclusiva para los ciclistas. El corredor de Pío XII es unidireccional, es decir, en ambas calzadas hay un lugar reservado para los ciudadanos que se desplazan en bicicleta. De esta manera, los ciclistas circulan en el mismo sentido que los vehículos a motor y no se cruzan con otras personas que vienen en bicicleta de frente.

Por otro lado, el eje ciclista de Bayona y Ejército es bidireccional. Esto significa que se les concede menos espacio a los medios de transporte alternativos, ya que el carril bici solo va por una de las dos calzadas. Además, al ir en un único sentido, los ciclistas que circulan en dirección contraria se cruzan constantemente, con todos los peligros que conlleva.

Xabier Aquerreta, policía municipal especializado en movilidad ciclista, asegura que los carriles bicis bidireccionales son "un modelo que lleva 20 años descatalogado", Según él, la bidireccionalidad provoca muchos problemas, el principal la incorporación de coches a la avenida del Ejército o Bayona desde las múltiples vías secundarias que las atraviesan perpendicularmente. "Cuando nos queremos incorporar a una vía principal miramos normalmente a la izquierda y si vemos que no viene nadie nos metemos", comenta Xabier. Pero ahora, debido a la bidireccionalidad, también hay que mirar a la derecha, algo a lo que no estamos acostumbrados y que si no lo hacemos tendrá sus riesgos: "Con este tipo de carril, si a un conductor se le olvida mirar a la derecha puede atropellar a un ciclista que viene en la dirección contraria", indica Xabier. El contratiempo se repite si se quiere abandonar la vía principal. "Todos los giros a derechas van a ser muy complejos", incide. Los usuarios del carril de Bayona ya se han llevado algún sobresalto: "He tenido dos buenos sustos y ayer estuvieron a punto de atropellar a una chica delante de mí en uno de los cruces. De chiripa. Son puntos negros que los tienen que corregir para evitar males mayores", reclama Javier Muñoz Aramburu, usuario habitual del corredor de Bayona.

Otro problema de la bidireccionalidad es que la circulación por el propio carril es más compleja. "¿Qué haces si quieres girar a la izquierda?", se pregunta Eneko Astigarraga, trabajador de Oraintxe y experto en movilidad sostenible. Se contesta a sí mismo: "Tendrías que invadir el carril bici por el que vienen ciclistas de frente. Esta situación peligrosa no se daría con carriles unidireccionales en cada calzada".

Los expertos en movilidad aseguran que para reducir el riesgo de atropello durante las incorporaciones y salidas es recomendable la presencia de semáforos que regulen el tráfico de ciclistas. En el caso de Pío XII, existen semáforos exclusivos para bicicletas en todos los cruces con las calles perpendiculares que atraviesan la avenida. Sin embargo, en Bayona no hay ningún semáforo de este tipo. "Echo de menos los semáforos que sí que hay en Pío XII. Sobre todo en los cruces peligrosos, porque ahora no sé cuándo pasar", señala Javier.

La tercera diferencia consiste en que en Pío XII el carril bici no comparte espacio con las paradas de villavesa, las deja a la izquierda, mientras que en Bayona y Ejército se han levantado unas plataformas que ejercen a la vez de eje ciclista y de parada. Como consecuencia, el conflicto con el peatón es muy probable. "Tienes que tener cuidado porque te puedes encontrar con peatones que están esperando o se bajan de la villavesa", comenta el ciclista Iosu Sanz. Además, en Pío XII los ciclistas cuentan con aparcamiento de bicicletas.

Pío XII no fue el apocalipsis

El carril bici no ha afectado por ahora a los comercios de la avenida Bayona. "Ninguna incidencia reseñable", afirma Ignacio Rouzaut, dueño de la Óptica Rouzaut. "Nuestro cliente es de barrio y viene andando. Mantenemos la misma clientela", aseguran desde el Bar Letiana. que añaden que "la cosa está muy fastidiada, pero por el coronavirus". "Todo se mantiene igual, las personas son de aquí, de San Juan", señalan desde la cafetería Ogipan.

Sin embargo, a algunos comerciantes sí que les afecta personalmente: "Vengo a trabajar todos los días en coche y noto mucho más tráfico. Me costará unos 5 minutos más", comenta Ignacio. A otros, el cambio ha sido para mejor: "Vengo a la farmacia todos los días en bici. Ya era hora de que lo hicieran", comenta Javier.

Los comerciantes de Pío XII, que junto con vecinos de la zona fundaron la plataforma 'Salvemos Pío XII', reconocen ahora que "al final ha ido bastante bien. Mejor de lo que pensábamos", apunta Ramón Guerendiain, dueño de la Pescadería Guerendiain. Además, añade que la zona de carga y descarga que tiene frente a su negocio "me ha venido muy bien porque ahí recojo todos los pedidos".

Ramón, junto con otros comerciantes de la calle, se opuso al principio al proyecto, pero aclara que se debió porque "no sabíamos cómo iba a ser el carril bici y el anterior equipo municipal no lo dejó nada claro".

La pescadería Guerendiain no ha perdido clientes, pero confiesa que sí que hubo un bajón "considerable" cuando se estrenó el eje ciclista: "La gente no sabía cómo funcionaba Pío XII, reinaba la incertidumbre y la gente decidía no acercarse".

La misma opinión muestra Ainhoa Comerón, de Zentro Dankhon: "Al principio fue caótico y los clientes preferían no venir". Según Ainhoa, la avenida ha mejorada con el cambio de gobierno municipal: "Pío XII está mucho mejor con las 50 nuevas plazas de aparcamiento que ha habilitado el Ayuntamiento", que el proyecto inicial no contemplaba.

"Al final ha ido mejor de lo que pensábamos. Casi no ha habido problemas"

Comerciante de Pío XII

"Echo de menos los semáforos exclusivos para ciclistas que sí que hay en Pío XII"

Usuario del carril bici de Bayona