Varios propietarios de apartamentos turísticos de Pamplona, entre 80 y un centenar, han conocido en las últimas semanas que habrían perdido el derecho de esta actividad, al no haber formalizado en tiempo y forma la solicitud de apertura o licencia de uso al Ayuntamiento de Pamplona, un trámite que tenían que haber hecho antes de agosto, que costaba 606 euros y que muchos no conocían al no habérselo notificado el Consistorio con anterioridad, máxime además al haber coincidido este plazo con un periodo excepcional afectado por la crisis sanitaria del covid, en la que durante dos meses la actividad municipal estuvo paralizada.

El nuevo requisito que se exigía a todos los apartamentos turísticos de la ciudad, 219 inscritos legalmente según datos de 2020, venía derivado de la modificación de la normativa municipal de residencia eventual, aprobada definitivamente por el Pleno del Ayuntamiento de Pamplona el 14 de diciembre de 2019 y publicada en el Boletín Oficial de Navarra el 20 de diciembre de ese mismo año, y que fijaba que, a partir de entonces solo se autorizarán nuevos permisos para este tipo de actividad en primeras alturas de los edificios. En la misma se señalaba que los apartamentos tenían de plazo 6 meses para solicitar la licencia de actividad al Ayuntamiento, un nuevo trámite que hasta ahora no se les había solicitado: “Hasta entonces, los apartamentos que funcionaban de forma legal estaban inscritos en el Registro de Turismo del Gobierno de Navarra”, explica Virginia Pezonaga, secretaria de la Asociación de Apartamentos Turísticos de Navarra (Aparturna), cuyos asociados no se han visto afectados por la nueva normativa, ya que “éramos conocedores de los trámites que había que realizar y así se lo hemos ido notificando”.

A finales de este pasado 2020, propietarios de pisos turísticos de Pamplona recibieron una notificación del Gobierno de Navarra en la que se les comunicaba los cambios introducidos por el Ayuntamiento de Pamplona en la normativa turística, y que disponían de diez días hábiles para volver a inscribir sus pisos en el Registro Turístico del Gobierno de Navarra.

6 meses de plazo Así, se les recordaba que, con fecha 1 de febrero de 2018, se aprobó inicialmente “la modificación del artículo 28 de la Normativa Urbanística General del Plan Municipal”, siendo la aprobación definitiva casi dos años después, en diciembre de 2019. A merced del mismo, se indica que “conforme a lo dispuesto en el apartado 12 del citado artículo 28, las viviendas inscritas en el Registro de Turismo de Navarra con anterioridad a la aprobación inicial de esta modificación como apartamentos y viviendas turísticas” dispondrán “de un plazo de 6 meses desde la aprobación definitiva para presentar a trámite la correspondiente apertura o licencia de uso”, según proceda, “que avale el uso Residencia Eventual”. En concreto, los 6 meses eran de enero a junio, aunque se habrían añadido dos meses por el parón de la actividad administrativa derivado de la pandemia.

Se indicaba también que de así hacerse, “estos casos se reconocerán como usos consolidados, independientemente de cuál sea la planta del edificio en la que se sitúan”. Así, se les advertía de que “en caso de no presentarse en el plazo señalado” estos pisos “se considerarán uso Vivienda y el uso Residencial Eventual deberá cesar”.

La carta, que llegó a los propietarios consultados en el mes de diciembre (aunque está fechada en noviembre), y a algunos a finales de año incluso, les advertía, además, que, una vez cumplido este trámite, debían presentar dicha licencia de apertura o licencia de uso, en el plazo de los 10 días hábiles ante el departamento de Turismo del Gobierno de Navarra, de cara a avalar la vivienda inscrita en el Registro de Turismo, o si no presentar “las alegaciones que estime oportunas o declaración responsable de cese definitivo de actividad”. Transcurrido ese plazo sin la presentación de licencia, “se procederá a la cancelación de la inscripción en el Registro Gobierno de Navarra”.

“UNA FAENA” Muchos de los propietarios de apartamentos turísticos de Pamplona se enteraron por esta carta de que la actividad turística de su piso estaba en peligro, o, directamente, ha caducado. Y se quejan que desde el Ayuntamiento de Pamplona, a pesar de ser un requisito tan importante, no les haya remitido notificación alguna en todo este tiempo.

Isabel, propietaria de dos apartamentos en el barrio de San Juan, señaló ayer a este periódico que “yo he presentado alegaciones y aún no me han respondido”, pero, “por lo que han dicho a otra gente”, teme que va a perder la licencia turística de sus pisos, al estar ambos en un tercer piso. “Es una faena que no nos hayan avisado”, dice y añade que “muchos de nosotros no somos gente que nos dedicamos profesionalmente a esto ni estamos asociados y desconocíamos la normativa”. Isabel llevaba más de cinco años con sus negocios inscritos en el Registro Turismo de Navarra, todo perfectamente legal, y ahora esta situación le trastoca. “Los afectados estamos un poco dispersos, pero estaría bien que nos juntáramos todos para hacer una reclamación conjunta”, opina. También añade que la situación de indefensión es mayor, “porque no han tenido en cuenta la situación de pandemia que estamos viviendo”. La licencia, de hecho, costaba 600 euros, y “yo no he ingresado prácticamente nada este año”.

“NORMATIVA TRAMPA” De la misma opinión es Javier, propietario de otro piso turístico en Pamplona y cuyos ingresos dependen de esta actividad. “Nadie está pendiente de una normativa sorpresa que pueda prohibir tu negocio en seis meses”, opina y añade que en cualquier otro sector “esto se hubiera notificado. ¿Se imagina alguien que en seis meses se carguen el 50% de las peluquerías o de los bares de la ciudad?”. Porque, según calcula, esta situación ha dejado fuera casi a la mitad de los propietarios de apartamentos turísticos de Pamplona, “sin alternativa o posibilidad además de recuperarla a futuro”. Javier añade también que “tal y como se ha hecho, es una normativa trampa”, que afecta a “personas que tenían toda su licencia legal y, de repente, se encuentran con que su negocio es ilegal y tienen que cerrar. Es muy raro”.

Otra propietaria, en este caso del barrio de San Juan, también recuerda que “llamé al Ayuntamiento en diciembre y, después de quejarse de las numerosas llamadas que estaban recibiendo, me dijeron que estaba fuera de plazo”, dice y añade que “para otras cosas bien que nos mandan cartas a casa”, mientras que en esta “con una pandemia de por medio podrían haber alargado el plazo y facilitar los trámites telemáticos, pero les da igual”.

Muchas de estas personas afectadas han acudido ahora a la Asociación de Apartamentos Turísticos de Navarra (Aparturna), que tramitó en el plazo legal la actividad de más de una veintena de asociados. Stephanie Mutsaerts lamenta la situación que está afectando a estos asociados, pero insiste en las ventajas “de asociarse”. Con esta situación, el parque de apartamentos turísticos de Pamplona ha podido quedar reducido a apenas un centenar y medio.

“Nadie está pendiente de una norma sorpresa que prohíbe en 6 meses tu negocio”

Propietario afectado