Los municipios navarros, entre ellos Pamplona, no han autorizado para hoy la celebración de ninguna actividad relacionada con las hogueras de San Juan, teniendo en cuenta la actual situación sanitaria que restringe la organización de actividades en la vía pública. El Ayuntamiento de la capital navarra ha destacado en una nota que, en años anteriores a la crisis sanitaria, el área de Seguridad Ciudadana recibía solicitudes para la organización de las tradicionales hogueras, acompañadas en algunos barrios de la ciudad por distintas actividades socio-culturales o gastronómicas.

Las hogueras de San Juan se celebran la víspera de la festividad, coincidiendo con la noche más corta del año y la llegada del solsticio de verano. Son numerosas las ciudades que conmemoran la fecha con la celebración de hogueras, situaciones que conllevan aglomeración de personas en número superior al permitido en estos momentos y la imposibilidad de guardar las distancias sanitarias de seguridad.

"La incidencia de la Covid-19 aún afecta a nuestra forma de vida y debemos mantener las correspondientes medidas hasta dar por finalizada totalmente la pandemia que padecemos", sostiene por ejemplo el alcalde de Altsasu, Javier Ollo, en el bando en el que informa que la Junta de Gobierno Local, siguiendo las indicaciones del Gobierno de Navarra y la Federación Navarra de Municipios y Concejos, adoptó la suspensión oficial de esta festividad "como medida más prudente y responsable".

En el Estado cada comunidad tiene sus propias tradiciones típicas, aunque en todas ellas hay un elemento común: el fuego y las hogueras, ya sean para prender muñecos de trapo (como en el sur de la península), para quemar lo viejo, atraer la buena suerte o pedir un deseo.

Otra tradición en torno a las hogueras es la de escribir un deseo y posteriormente lanzar el papel al fuego para que se cumpla. También hay otra variante que da un paso más allá y dice que recoger las cenizas del deseo y lanzarlas al mar atraerá todavía más la buena suerte.

Después del fuego y del agua, hay un tercer elemento protagonista en San Juan, aunque quizás menos conocido: la tierra. Los creyentes en las supersticiones de esta noche mágica creen que dormir con un ramo de verbena bajo la almohada atrae el dinero y la buena suerte. Otras creencias dicen que puedes cumplir tus deseos si los escribes en un papel y los pones debajo de la almohada junto a una hoja de hiedra y la cera restante de una vela consumida. También puedes tener sueños proféticos si recoges nueve flores y las colocas debajo de la almohada.

Igualmente, si durante la noche de San Juan haces una promesa junto a un árbol en el que hayas dibujado una cruz a medianoche, se mantendrá toda la vida. Son alternativas para saludar la llegada del verano en casa y cumpliendo la normativa.