El antiguo Camino del Cementerio se encontraba inmerso en la transformación que habría de convertirlo en una moderna calle del pamplonés barrio de Donibane. Y tan solo un año después, en 1967, el Ayuntamiento certificaría este cambio, al otorgarle, en su sesión del 15 de diciembre, el nombre del monasterio de Belate. La fotografía muestra un camino aún sin asfaltar, que durante generaciones había venido siendo utilizado sobre todo por los cortejos fúnebres que marchaban camino de Beritxitos. Podemos ver, a ambos lados del camino, las últimas casetas de labranza, talleres artesanos y casitas bajas dotadas de huerta, a la espera de la llegada de las máquinas de demolición, cosa que ocurriría en el brevísimo plazo de un año. Al fondo se aprecian ya los dos primeros bloques de viviendas edificados en la calle, así como un grupito de personas, elegantemente trajeadas, que parecen provenir del cementerio.

es fácil comprobar el intenso proceso de transformación experimentado en la zona, aunque aún podemos ver, al fondo de la perspectiva y a ambos lados de la calle, las dos viviendas que se encontraban ya construidas en 1966. En cuanto al Monasterio de Santa María de Belate, fue fundado en el lejano año de 1160 a la orilla de una vieja calzada romana que atravesaba el puerto, y que durante toda la Edad Media fue utilizada por los peregrinos que marchaban a Santiago de Compostela. Allí, entre hayas y robles, puede todavía contemplarse la iglesia, con fachada románica, y el edificio que hacía las veces de hospital de peregrinos. Una excursión preciosa para cualquier domingo. La semana que viene nos trasladaremos a la cercana calle del Monasterio de Zilbeti, y adelantaremos nuestro reloj siete años, hasta 1973, para poder ver mejor su proceso de construcción y urbanización. Todo eso y mucho más, oigan...