Las obras de reparación en la pasarela causarán a partir de enero una afección al tráfico rodado y peatonal en la cuesta del Labrit en Pamplona, donde se está levantado una estructura de andamios como paso previo al inicio de los trabajos.

De momento, las labores que se llevan a cabo no están suponiendo una afección al tráfico de vehículos ni al tránsito de peatones y ciclistas. Ahora se está colocando el andamiaje del lado de Media Luna, junto a la calle de acceso al Club Natación, en el espacio situado entre el estribo de Media Luna y la calzada.

Los trabajos comenzaron ayer miércoles y continuarán mañana viernes y durante los primeros días de la semana que viene.

Los problemas llegarán a partir de enero, con los nuevos montajes previstos, cuando el Ayuntamiento estima que sí será necesaria una restricción parcial del tráfico, aunque no detalla el alcance ni la duración.

Con toda probabilidad después de Navidad, a partir del 10 de enero, se colocará el resto del andamiaje, con dos estructuras (torres), una en el vano entre la acera y el estribo de Media Luna y otra hacia la acera de ese lado, así como los elementos de base para el desarrollo del trabajo del personal operario de hidrolimpieza y metalista.

Previamente, a finales del mes de octubre, se colocaron las estructuras de varias torres que pueden verse ya en la parte inferior del lado más cercano al frontón Labrit.

Las cuatro torres de apoyo previstas y la cimbra dotarán a los empleados encargadas de realizar esos trabajos para el refuerzo estructural y acondicionamiento de la pasarela del Labrit de las condiciones de seguridad y comodidad necesarias.

De esta forma, se asegura la estructura durante la reparación y se facilita el acceso al personal a la zona inferior del tablero de la pasarela.

El proyecto mantiene la misma estructura y la estética actual e incluye el refuerzo de las cimentaciones y de otros elementos de la pasarela, además de la hidrolimpieza para eliminar la corrosión y reposición de chapas dañadas.

La tramitación del expediente ha sido un larga y compleja. Después de todo lo que UPN afirmó desde la oposición sobre el estado de la pasarela -que estaba bien, que el cierre era una mera estrategia del cuatripartito y que la abrirían en 2 semanas- Maya se encontró con una estructura deteriorada, casi en ruinas, que no aconsejaba su reapertura.

Al poco de hacerse con el gobierno municipal, Navarra Suma encargó un nuevo informe para determinar con exactitud qué tenía la pasarela.

Fue elaborado por el Colegio Oficial de Ingenieros de Navarra -la adjudicación fue anulada posteriormente por el Tribunal Administrativo- que confirmó punto por punto los graves fallos que presentaba la estructura, los mismos que reflejaron los dos informes anteriores y que los regionalistas no quisieron tener en cuenta.

La única diferencia es que este último estudio, el más completo de los tres, abría la posibilidad a una reparación, aunque sin determinar el coste de los trabajos.

El pasado mes de noviembre, la Junta de Gobierno Local aprobó la adjudicación de las obras de reparación a Obenasa, con un importe de 593.717 euros y una duración 15 semanas.

Oposición de la mayoría municipal

No menos tortuoso ha sido el camino elegido por el equipo de Gobierno para sacar adelante el expediente, al que se han opuesto los grupos municipales por el alto coste del arreglo.

También los socialistas, con los que firmaron un acuerdo el año pasado por estas fechas que incluía la retirada de la partida destinada a la reparación de la pasarela, que rechazan la propuesta al considerar que supone pagar dos veces por la pasarela.

Tras la firma del pacto con los socialistas, Navarra Suma puso en marcha una maniobra que le puede costar caro. El equipo de Gobierno efectivamente retiró aquella partida, pero después habilitó otra nueva para comenzar el arreglo, lo que el PSN interpretó como un claro incumplimiento del pacto presupuestario.

Ha sido una de las causas, no la única, de que no se reedite el acuerdo entre Maya y Esporrín. La ruptura se hará efectiva en el Pleno del 30 diciembre, donde el grupo socialista votará en contra de las cuentas del Ayuntamiento para el año que viene, junto a EH Bildu y Geroa Bai.

En ese escenario, y obligado a prorrogar el vigente presupuesto, el alcalde Maya deberá buscar ahora la fórmula para financiar el coste de la reparación sabiendo que ni en el Pleno ni en las comisión contará con votos suficientes para hacerlo.

El Ayuntamiento, entre informes, medidas de seguridad y proyectos, ya ha destinado casi 800.000 euros a la pasarela fallida, cuando su construcción en 2010 supuso un desembolso de 720.000 euros.

Cabe recordar que el expediente de depuración de responsabilidades que elaboró el cuatripartito al final de la pasada legislatura fijó una reclamación de 794.768 euros a los redactores, dirección de obra y constructora.

De la construcción de la pasarela. Boreas Nuevas Tecnologías, Óscar Pérez Silanes, Carlos Pereda Iglesias e Ignacio Olite Lumbreras se encargaron del diseño y la dirección de obras, mientras que la UTE formada por Arian Construcción y Gestión de Infraestructuras y Teusa Técnicas de Restauración se encargó de su ejecución.

La pasarela fue cerrada por motivos de seguridad el 5 de julio de 2016 tras el desprendimiento de unas placas metálicas.