La cuesta del Labrit en Pamplona sufrirá la semana que viene cortes del tráfico y la eliminación de uno de los carriles de circulación por las obras de reparación que se están llevando a cabo en la pasarela del Labrit, cerrada desde 2016.

El concejal de Movilidad y Proyectos Estratégicos Fermín Alonso, tras una pregunta del representante de Geroa Bai Javier Leoz, ha asegurado hoy miércoles que los trabajos para la colocación del andamiaje en la pasarela se retomarán mañana jueves y que la semana que viene será necesario restringir el tráfico rodado de la vía que une el centro con los barrios de Txantrea y Rochapea.

No ha sido más preciso. Alonso sólo ha comentado que el corte del tráfico afectará a uno de los carriles, que comenzará el lunes o el martes y que tiene la intención de informar al respecto.

No ha querido hacerlo en la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona celebrada esta mañana, pese a que ha tenido la oportunidad de ofrecer los detalles de la intervención tras la pregunta formulada por el representante de Geroa Bai.

Como se recordará, a finales de diciembre comenzó la colocación de los andamios y las cimbras de seguridad para los trabajos de refuerzo y acondicionamiento previstos en la pasarela.

Previamente, a finales de octubre, se colocaron varias torres para sujetar la pasarela en la parte inferior del lado más cercano al frontón Labrit. Además, se instaló el andamiaje del lado de Media Luna, en concreto, el volumen situado entre el estribo de Media Luna y la calzada.

Falta por colocar el resto del andamiaje, con dos estructuras (torres), una en el vano entre la acera y el estribo de Media Luna y otra hacia la acera de ese lado, así como los elementos de base para el desarrollo del trabajo del personal operario de hidrolimpieza y metalista.

Las cuatro torres de apoyo previstas y la cimbra dotarán a los operarios encargados de realizar esos trabajos en la pasarela de las condiciones de seguridad y se facilita el acceso del personal a la zona inferior del tablero de la pasarela.

El proyecto mantiene la misma estructura y la estética actual e incluye el refuerzo de las cimentaciones y de otros elementos de la pasarela, además de la hidrolimpieza para eliminar la corrosión y reposición de chapas dañadas.

El expediente contempla que la colocación del andamiaje corresponde al Ayuntamiento, como paso previo al inicio de las obras de reparación de la pasarela, que acometerá la empresa Obras Especiales Edificación e Infraestructuras (Obenasa), por el importe de licitación, fijado en 593.717 euros. Está previsto que los trabajos duren quince semanas.

Construida en 2010

La pasarela se construyó en 2010. Supuso un desembolso de 1.203.846 euros, 669.842 de los cuales se correspondían con el coste de la construcción de la estructura metálica y sus cimentaciones. El resto se destinó a los gastos de urbanización y para los accesos a la pasarela.

El diseñó y la dirección de obras de la pasarela correspondió a Boreas Nuevas Tecnologías, Óscar Pérez Silanes, Carlos Pereda Iglesias e Ignacio Olite Lumbreras, mientras que la UTE formada por Arian Construcción y Gestión de Infraestructuras y Teusa Técnicas de Restauración se encargó de su ejecución.

Informes posteriores han confirmado que no se hizo una prueba de carga en la pasarela para medir su resistencia y los graves defectos que presentaba.

Los estudios realizados han permitido determinar que el terreno no aguanta la presión que se había calculado y que la estructura corre riesgo de desplazamiento horizontal, pese a que en el proyecto inicial se descartaba tal posibilidad.

El cierre de la pasarela en julio de 2016 fue utilizado como arma electoral por UPN, entonces en la oposición, poniendo en duda las razones del cuatripartito para cerrarla al tránsito y cuestionando los informes.

Pese a que los regionalistas aseguraron que la pasarela no estaba tan mal y que no iba a resultar complicado reabrirla, un informe encargado al Colegio de Ingenieros confirmó los graves defectos de diseño y construcción de la pasarela.