Ya les sucedió hace más de 20 años, cuando el Gobierno de Navarra planificó un proyecto sin contar con ellos que iba a marcar su futuro, y no quieren que ahora vuelva a ocurrir lo mismo con el desarrollo previsto en su barrio: Etxabakoitz.

Desde que el Ejecutivo foral anunciara a principios de mes que iba retomar el plan -el inicial fue descartado por inviable- las llamadas telefónicas han sido constantes entre los vecinos y colectivos dada la envergadura del proyecto y su impacto en el barrio, que cuenta con una población de unas 5.300 personas.

La presidenta de la asociación de vecinos de Etxabakoitz, María José de la Cruz, considera que el anuncio ha sido una buena noticia después del callejón sin salida al que les había conducido el proyecto aprobado por el gobierno de Miguel Sanz en 2010, que supeditaba el desarrollo urbanístico del barrio a la llegada del tren de alta velocidad y la construcción de la nueva estación.

"Hemos acogido la propuesta con escepticismo, porque no conocemos más que lo que se ha publicado en los medios de comunicación, pero creemos que puede ayudar a salir de la situación tan mala en la que estamos desde hace 20 años" ha señalado la portavoz vecinal.

Sobre el nuevo proyecto conoce unos pocos datos, como la previsión de construir más de 11.000 viviendas y que el desarrollo del barrio se podrá ejecutar al margen de los trabajos de construcción del tramo por la Comarca de Pamplona del TAV, cuya estación estará ubicada definitivamente en Etxabakoitz.

"Creemos que siguen siendo muchas viviendas nuevas y cabe la pregunta si existe una demanda tan alta. Según han comentado, más de la mitad serán viviendas protegidas, pero su precio a día de hoy está en 180.000 ó 190.000 euros y no todo el mundo tiene esos recursos".

La presidenta de la asociación confía en que la opinión del vecindario sea tenida en cuenta durante el proceso de participación ciudadana de carácter consultivo que contempla el proyecto, previsto para junio.

Mientras tanto, la asociación tiene la intención de solicitar al Consorcio Alta Velocidad de la Comarca de Pamplona -integrado por el Gobierno de Navarra y los ayuntamientos de Pamplona, Zizur Mayor y Cendea de Cizur- estar presentes en las reuniones donde se decida el futuro del barrio.

"Tenemos un montón de dudas, como que pasará con la planta de Huntsman-Inquinasa, ya que al parecer han desaparecido las restricciones que impedía construir a menos de 600 metros de la fábrica, y el alcance de los derribos que contempla el nuevo proyecto" ha indicado De la Cruz.

Para Pili, residente en el número 7 de la avenida de Aróstegui, el anuncio supone poner en marcha un reloj que ha estado detenido durante los últimos 17 años. "El bloque donde resido desde hace 50 años está declarado fuera de ordenación y será derribado. Hay 16 viviendas, todas ocupadas, y aunque habrá realojos siempre supondrá un gasto que no todo el mundo es capaz de asumir".

Como integrante de la asociación vecinal, Pili también ha echado de menos una mayor comunicación con el vecindario y confía en que las autoridades no olviden a los residentes con menos recursos, que en el barrio son numerosos según los datos municipales sobre pobreza.

Joseba Ginés, uno de los referentes sociales del barrio, alude a la necesidad de que el proyecto contemple viviendas de alquiler social para que la población pueda acceder a ellas. En su opinión, lo más importante ha sido desvincular el proyecto ferroviario del desarrollo urbanístico de Etxabakoitz, y reclama un proceso participativo real.

"No es suficiente con organizar un par de reuniones para cumplir el expediente. Es necesario que las opiniones de los vecinos, de colectivos y asociaciones del barrio sean tenidas en cuenta ante la envergadura de los cambios que se avecinan, según han dicho" ha comentado Ginés.

En la misma línea, Xabier Urrutia, integrante del colectivo Etxabakoitz Bizirik, lamenta que el vecindario no haya sido informado, aunque reconoce la importancia del nuevo proyecto.

"Desvincular el PSIS del desarrollo del barrio supone quitarnos de encima una espada de Damocles que ha impedido cualquier avance durante muchos años. Esperemos que el nuevo plan permita dotar al vecindario de las dotaciones que ahora no tiene y que sí existen en otros barrios de la ciudad" ha asegurado Urrutia.

El proyecto

El proyecto presentado por el Gobierno de Navarra contempla la construcción de 11.733 viviendas (el 60% protegida) y reduce a un tercio los usos comerciales y terciarios (oficinas) previstos en el anterior proyecto.

La construcción de las viviendas se hará por fases, de forma escalonada y en función de la demanda real de vivienda, en el que se dibuja como uno de los mayores crecimientos de la ciudad para los próximos años.

El ámbito de actuación ronda los dos millones y medio de metros cuadrados.

Según explicó el arquitecto y coordinador del nuevo PSIS, Juan López Asensio, todas las alternativas que están sobre la mesa incluyen estos cambios: la eliminación o paliación del tráfico en el vial que discurre al sur del Grupo Urdánoz; una reducción importante de los usos terciarios (oficinas y un gran parque empresarial) y comerciales en beneficio de los residenciales; el establecimiento de un corredor de anchura suficiente en el ámbito de la Estación del Norte; la formalización de la avenida Aróstegui con usos residenciales; y la reubicación de las parcelas redefinidas en el Estudio de Detalle que fue aprobado inicialmente.

A lo largo del mes de mayo, el informe que fue presentado al Consorcio quedará completado con los esquemas de ordenación correspondientes, lo cual dará lugar al Plan de Participación.

Tras el mencionado proceso de participación, y según las previsiones que maneja el Gobierno de Navarra, a lo largo de los próximos meses se podría definir ya el alcance detallado de la modificación del PSIS.